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hre quien te está llevando es de la etra vida, es un condenado.
El hombre con su mortaja de bayeta, cordón y cucurucho, le
respondió a la Virgen: ella me ha dado su palabra y me ha
prometido ir donde sea y no separarse jamás de mi lado. En
este instante se presentaron cuatro diablos y cargaron al
novio.
La Virgen amonesto a la muchacha y le aconsejó que al
volver a la casa de sus padres, les pidiera perdón para vivir
obedeciéndoles y pasar el resto de su vida con honradez y dig–
nidad,
Es malo dar la palabra y jurar para no cumplir.
UNA SOLTERA
Había una soltera que tenía deseos de casarse, pero todo
prometido era rotundamente negado por sus padres quienes
deseaban que su hija ingresara a un convento y fuese una
Santa.
Al salir un día de misa, tropezó en la puerta de la iglesia,
con un joven muy simpático que luego supo que se llamaba:
"Lucerito del Alba", por causa de este nombre tan sugestivo,
ella enamorada irresistiblemente le prometió casarse muy
pronto.
Muy contenta ·1a muchacha comunicó a sus padres que
había conseguido un novio muy simpático que era como pa–
ra su corazón. El padre, reprendiéndola, le dijo: eres muy
desobedienta, mejor es que hagas lo que te de la gana y no
cuentes más con mi apoyo. La hija resentida por la dura repren–
sión lloró amargamente. Luego se presentó un perrito que
ella criaba, quien habló de esta manera; Tú has dado la pro–
mesa de matrimonio a un hombre que no es de esta vida, es
un hombre malvado que ha sido arrojado hasta del infier–
no. Entonces ella se pesó de haber desobedecido a sus padres.