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EL MALDIOJO
¡
He aquí otra expresión del folklore médico popular ·que abarca
un sinfin de enfermedades de la vista!
Desde la simple conjuntivitis catarral hasta el tracoma, todas
laS afecciones conjuntivales han recibido el nombre de "maldiojo",
lo que demuestra una vez más el carácter sintético del diagnóstico
popular de Santiago. Pero ello no quiere decir, en modo alguno,
que no existan otras expresiones además de la nombrada.
Es así que se usa con harta frecuencia la designación de ''aire
de la vista", cuando los párpados edematizados y la falta de dolor
constituyen las principales características de la afección. Este nom...
bre es, muchas veces, sustituído por el de "hinchazón de la vista",
término que, si bien caracteriza uno de los síntomas, en cambio deja
sin alusión a las demás modalidades de la enfermedad.
El excesivo calor en el estío, las condiciones naturales de nuestro
suelo, seco y salitroso a lo ue debe agregarse la escasez del agua
y
el desconocim· ento de los más
e t le .prec ptos higiénicos,
constituyen fact res
ión de
las c;tfecciones oc la
en~aj e
en la población co
Existe la ere ncia d
en ciertos
casos, por la flo d
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' o de ,' 'pi-
chana (Bacchari s
,
o
ev
ó olar sobre
el color amarillo de dichas flores o, porque estando ya enfermo,
la luz que se refleja en ellas provoca fotofobia. Este "maldiojo"
es
conocido con el nombre de "chojni ", de Chhojñi: legaña, por la
abundancia de ellas en esta afección.
En estos casos, úsase el ' ' emplasto de guano de gallina en parchi
sobre la sien del lado enfermo".
Para el "maldiojoq común hay numerosas r ecetas. Pero diga–
mos antes, que los indios que ocuparon la provincia del Tucumán
conocían, mucho antes que los españoles, diversos remedios para las
afecciones oculares, los cuales eran empleados, no sólo por los abo–
rígenes sino también por los conquistadores, tales el "vinal (Prosa–
pis ruscifolia) ' '
y
el ''molle (Shinus molle) '', de los que hablaremos
después.
(1)
DR.
RonoLFO
ÜLLE:
El t racoma en la población escolar de Santia,go.
Comunicación presentada al Colegio de Médicos en la sesión del 25 de agosto
de 1928 (Revista del Colegio de Médicos de Santiago del Estero.
N9
I, páJg. 12).