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plasmas cali.entes en el hipogastrio, no faltan algunos que lo recetan
para beber, en forma de cocimiento.
Preconízase, también, como excelente para el ''mal de las aguas"
la "orina caliente de cabra, tomada por agua, durante nueve días".
En esta medicación, aparte de la magia implícita en el número
,3
multiplicado por 3, que se encuentra en las indicaciones de forma,
interviene también como factor curativo el empleo de un ''semejan–
te", tal como lo aconsejaba la medicina hipocrática. Es el concepto
en que se basa la "magia simpática o analógica" que cura las en–
fermedades con productos similares a ellas : el ' 'mal de orina' ', por
ejemplo, con ''orina''.
Y ahora -señores míos- ¿queréis conocer el remedio infalible
para curar el ''mal de las
aguas''~
Haced hervir ''la mitad de un
chilicote (Grillus nitidulus) ' ' y bebed esta infusión. Dicen ''que es
tan buena que si se le da un chilicote entero, el enfermo no puede
sujetar las aguas' '.
Más o menos por el estilo, aconséjase por sus virtudes terapéuti–
cas ( ? e reme IO sigUI nte: ''té de garrón de liebre, en ayunas''
o si n
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Co s1guese
mismo obJeto:
'castigandole las berijas con un
ramito e ortigas ( rtlca urens)" o sino: "pegándole una galopiada
y estando agitado hacer oler al animal la parte delantera de la
camisa de un hombre". Curiosa práctica, esta última, que movería a
risa, si presurosos no nos detuviéramos a pensar
én
la causa del
fenómeno, cuyos efectos verosímilmente se producen. Pero pregun–
témonos: ¿la carrera eleva o no la tensión arterial? Este hecho in–
discutible es, pues, la única respuesta que cabe como explicación
del fenómeno. Aumentada la tensión la orina fíltrase en mayor
escala.
Y,
en consecuencia, prodúcese la poliuria. He ahí la clave. El
agregado carece ;de razón, a menos que la camisa, fuertemente im–
pregnada de olo'r amoniacal, obre produciendo una excitación, se–
mejante a la que hemos visto más arriba, sobre los centros nerviosos
correspondientes, en cuyo caso coadyuvaría al efecto fisiológico de
la hipertensión antes mencionada
e).
(1)
Sohre tales prooticas don
JuAN
B.
AMBRIOSETTI,
trae una cop10sa
in–
formación en su libro:
Huperstiaiones y leyendas.
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