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do hacerlo des de lueñes t ierras, hasta las puertas d e
la iglesia gran cantidad de mulas con ricos arr eos,
o torillos enjaezados, que portan .sobre los lomos,
d ispuestos en preciosas
llicllas
y al bísim as sáJbanas
ll enas de encajes, joyas d e oro; bandejas, fu entes,
vaj illas y_
mil
objetos artísticos de la mejor plata
que haya salído d e las entrañas del Cerro Rico v de
las minas de Oruro : te.das obras rea lizadas en peque–
ños talleres, donde los a rtesanos hicieron y siguen
haciendo alarde de dedi cación , buen gusto y des ..
treza .
Y al d a siguiente, u otras ocasiones, también es
dado ver en ésta como en otras ciudades, ·arcos d e
madera dispuestos en las cercanías de los templos y
c-apillas por donde tienen que pasar procesio nes re–
ligiosas, v adornados con abundantes y asombroso s
o bjetos de oro y plata.
Trabajos de m etal.
En Corocoro y · Patacamaya (La Paz), lo>
artesan os h 3,cen de co br2
y
br::mce flor eros, frute ros
y
otros objetos ; también se dedican a la min iatura:
acabados modelos d e muebles de diversos es tilos,
vaji llas y dij es de los metales indicados se ofrecen
a la curiosidad de turistas
y
viaj ero.s que p asan po r
estos lugares,
v
es verdad eramentes excepc iona l nu e
ouien ha ya visto por primera vez tales orodigios
de arte
y
paciencia no se ha·yan dec idido a
ad~uirir -
1os. D e estos pueblos sa len igualmente los
topos,
laurakhes
y
hualkhas,
adornos fem en inos in•dígena s,
de cobre y a veces de plata, los de la orimera clase
adoptan la figura de una cucharilla -alfil·er y se usa n
a manera de pren dec' ores, y las segund as so n ador–
nos an tropomorfos qu e llev,an las muj eres en el
ext remo de las cimbas (t renzas).