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Es est a igualmente otra valiosa opinion que se pronuncia muy
alto en favor de la civilizacion de los ant1guo p eruanos.
.Al
presente esta ya sobradamente rectificada la opinion de
Martens
(1),
que exprt>sando su adn;tiracion por el sentido adminis–
trativo de los peruanos, los consideraha, sin embargo, £altos de sen–
tido practico, ya qu e no pudier on inventar '' la sierra, ni el barrt>no,
ni el clavo " . P ero el no h aber conocido el hierro, es para los anti–
guos peruanos, Un orgullo y no Un estigma : sin el y sin h erramien–
tas, sin tratados de ingenieria y sin formulas quirnicas, pudieron
construir esas magnHicas obras bidraulicas, sus grandes fortalez as
y e.splendido palacios
y
templos suntuosos, sus armas de guerra y
sus insfrumentos de labra.nza, sus d iver sos utensilios y h !Ulta alfile–
res
y
agujas de cobre.
Por otra parte, a n.adie debe extrafiar que los antiguos perua–
nos no conocieran el hierro en el siglo XV o principios dt>l XVI, si la
civilizada Ei1ropa no conoc!a el aluminio h asta 1828
!
Y mas de unn
decena de cuerpos quimicos simpleil solo han sido couocidos en Eu–
ropa despues <1e siglo XVI.
i
Y
el r adio solo en 1898
!
Y
es muy importante, d escle luego, la observacion de Cronan,
que aptmta igualmente Loliee. La civilizacion p eruana solo se de–
be a si misma; mientras que la civilizacion europea h a t enido el
privilegio de desarrollarse, de crecer
y
florecer sobre un terreno
preparaclo por l os egipc1os; por los caldeo-babilonicos, por los
fenl–
cios, por l os minoano-cretenses
y.
finalmeute, por los griegos
y
r o–
manos. Ahora bien, qnien es digno de mayor encomio y admiraci6n.
el hombre que, solo, trabaja, dt>scubre, inventa, cr ea, o el que tie–
ne en su rededor y a su alcance, gabinetes y labor atorios, instru–
mentos, libros. amigos
y
consejeros
1
E ste es el caso de Europa
Y
aquel , el del P eru primitivo.
FUENTES DE ESTA LITERATURA
!.-FUENTE ESCRITA :
a)
Las
Cr6nicas y su Importancia Comparada
Seria muy dificil sefialar una primacia absoluta en lo que re -
p ecta a la importancia
compara.dade las Cronicas: cada cual, con
sus particularidades, t iene la suya que no cede a otra, como vere–
mos.
(1) Un gran etat socialiste a u XV siecle.