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da, penetrante, capaz de hacer vibrar las mas reconditas fibras dEj
ser, esta clasificada entre las primeras del mundo. No es er caso de–
tenernos aqui en el estudio o exposicion de su tecnica: lo han hecho·
magistralmente los esposos d 'Harcourt (1), quienes, con palabra
autorizada, ban calificado a los "kechuas y
yung.as" como los
"pueblos mas artistas de America". Nada hay tan dulce, tan cau–
tivante, tan tierno, tan alado y tan hondo, tan comun:cativo y tau
doliente coma la musica del yaravi. Esta es constatacion unanime:
la musica incaica ha merecido siempre altisimos conceptos d.e -ar–
tistas y criticos. Nada importa_sea cual sea su escala, nada importa
el numero de notas de que se haya servido o se sirva: vale por el al–
ma que flota en ella, por su expresividad, por su riqueza emocio–
nal, por su dulzura; vale porque es verdadero arte, orque dice
mucho del pueblo que la creo, pueblo de alma sensitiva y ereadora.
Ante estas realidades, no solo surge una presuncion: se insi–
nua una a_firmacion, resumen y con3ecuencia necesaria: el pueblo
que ha creado esa musica hondisima, que ha sido capaz de elaborar
una alrareria delicada, de ·multiple cromia y variE\dad, de fabricar
UllOS
tej.idos·. del mas innegable buen gusto ; que ha sutilizado
SUS
manos en una complicada y vivida orfebreria; se puede decir que
ha conocido y cultivado el Arte en todos sus aspectos; se puede de–
cir que ha caminado por esa senda espiritual nobilisima y sagrada,
que ha recorrido esa trayectoria ascendE>nte, progresi'"b. e infinita,
y
que, trasponiendo los estadios inferiores en un remoto preterito,
ha llegado ya a las mas altas esferas, amplias y despejadas del Arte
en toda -su latitud. Y por una consecuente
y
logica deduccion de–
beremos concluir que ese pueblo o esa raza que ha conocido y crea–
do
y
cultivado el Arte en su totalidad, tiene que haber conocido,
creado y cultivado la Literatura, culminaciori necesari:a, forma ex–
presiva por excelencia, inseparablemente connaturalizada con
l.asalmas sensitivas, apasionadas, cre:adoras, avidas de vertirse en la
confidencia o en el soliloquio, fieles al recuerdo
y
enamoradas de
lo di tante. de lo desconocido, o de lo inaccesible, del pasado irre–
tenible o del ha-lago fugaz, que vuela, ap_enas entrevi"-'to.
Resultaria ilogico que ·un pueblo de tan avanzada cultura co–
mo el Peru antiguo hubiera carecido de una verdadera literatura.
Ya hemos record:ado que en el Peru habian florecido las viejas ci–
vilizaciones preincaicas, de avanzadisimas manifestacione . Junto
con los monumentos de Tiahuanaco y los tesoros arqueologicos de
Chimu y de Nazca. se pueden citar los mitos aimaras y costefios,
tan remotos, tan basicOB, cosmo-antropogonicos, solo comparables
con el relato biblico de la Creacion, algunos, como el que nos trae
(1) La musique des Incas et ses survivanees,
pag.
91.