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cerdotes "cantaban un canto muy sentido, desconocido del publi–
co ", impetrando los auxilios de la divinidad.
Pachacuti
y
Molina nos dan los nombres de, varios cantos, al–
gunos de los cuales deben haberse usado conjuntamente con danzas
del mismo nombre.
·
Acosta, Molina, Morua, Ondegardo, Huaman Poma
y,
sobi·e todo,
Cobo nos ha.blan de ciertos cantos usados en las faenas agrfoolas: 1>iem–
bra , cosecbas, etc., etc. : unos, acompasados
y
ritmicos, acompaiia–
ban las movimientos propios de la faena
y
se ejecutaban para ate–
nuar la fatiga o, como cree Jimenez de la Espada, para concertar las
esfuerzos
y
verificar el trabajo con ahorro de tiempo
y
de, cansan–
cio para los labradores. Otros cantos eran preces, dando gracias
por los frutos alcanzaclos o picliendo el envio de elementos necesa–
rios para la prosperidad de las siembras.
Arriaga, Cieza, Calancha, entre otros, y, principalmente, Las
Casas cuentan de cantos £6.nebres, entonados por "endechaderas ",
con ocasi6n del fallecimiento del Inca o de los grandes Seiiores.
Sarmiento de Gamboa nos ha trasmitido ese delicado canto elP.–
giaco del Inca Pachaeutec. Y Gareilaso nos ofreee dos bellas mues–
tras de cantos liricos. Trozos de, este genero se eneuentran igual–
mente en el Ollanta.
Ademas, casi todos los cronistas nos cuentan de
taquis,
nombre
generico de varios cantos y danzas usados en las diferentes festivi–
dades. Dichos taquis, que eran cantos de regocijo, pueden conside–
rarse eomo de un genera complejo no bien diferenciado aun.
La lirica indigrna tuvo, pues, un desarrollo eulminante. El ca–
r aeter sicol6gico de la raza-emotiva
y
creadora-evidencia la pre–
ponderancia de. la producci6n de esta indole.
Ademas, si, coma norma sociol6gica, "palabra
y
miisica nacen
juntas"
y
si "la miisica no es sino un calco sabre la palabra", co–
ma ha escrito el doctor Guillermo Salinas Cossio,
(1)
culto maes–
tro de Historia clel Arte, en nuestra Universiclad de San Marcos,
la musica incaica, que supervive aun-esa autentica
y
pura moda–
lidad lirica-es la prueba mas fehaciente del honclo liri mo abo–
rigen, rico, variado, pleno de alma
y
magnifica creaci6n de arte.
Con las informaciones de. las cronistas
y
en un intento de cla–
sificaci6n, podemos considerar la antigua poesia lirica peruana co–
mo perfectamente distinguible en cinco grupos: poesia
hirnnica,
de
earacter religioso, ceremonial, liturgico; poesia
elegiaca,
propia de
lo<>
aetO"s f(mebres: poesia
arnorosa,
apasionada, confesiva, intima;
agricola
comprendiendo los
nyrnoray
y
demas cantos de cosecha o
si embra;
y
pastoral,
propia de la ocupaci6n consiguiente e inspirada
(1) Consideraciones sobre la llrica indigena. Mercurio Peruano, T. I, 1913.