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los viajes al pueb io pa
1
-t
proveerse de
cos111esti–
bles.
Esta
clasificación
de
i
nd
i \
7
id nos,
co1110
Ja desig–
nación
de
capataces,
se
hace
a
principios
<lel
año,·
en que en1p1ezan
1as
f<1f'n8s,
y
duran
en su grupo
todo el
tien1po
de trabajos
y
solo se les
cambia
en
,
lf
•
•
rar1s1
n1as
excepciones.
•
¿Por qué ento nce!"\ no suponerse que la falta
que
co1netiera
Diego Quispe,
no
tnera
al
principio
de ]as faenas, cuando
po r
fr-1
lta
de
experiencia,
o
por
i
g no.ranci a de1
t
r a b
R
jo a q ne se ]
e
había des
i
.~ ~
nado, pudo
feliz1nen
te incurrir
en
ella?
Puede
argüirse que
en ·aquellos
tiempos
al in–
dio se le trataba
corno
a
verdadero esclavo
y
que
por la
n1ás
leve
falta
se le
aplicaban
castigos
y
torturas, y que por Jo tanto no era necesario que
Qnispe
hubiera
cometido su
falta al prinLipio
de
los
trabajos.
A
esto
responden1os,
que
siendo las rninas de
H
Yanantin",
una de
las principales
en
tiea1
po-
efe
la Colonia. poden1os,
tnuy
bien
creer que en
el
las
habría
una
huené:l
organización <111·ectiva
y
por
Io
tanto
un buen
control
para
evitar
los
abusos
y
excesos con 10s pobres indios. I-1abía, si,
castigos,
que serían aplicados cnando la falta necesitaba ser
castigada·,
para
evitar
su repetición o el mal
eje111-
p1o que pudiera
ocasionar
entre
los
demás
indios
de la faena.
Respecto al año
de
la pri1nera aparici6n
n_adie
lo pone
en
duda,
de
todos
los que han
escrito
s.o–
bre
el
Santuario de II
u
anca,
que
ella
tuvo
lugar
en
1t>74º
Adernás, al
fijar
los n1eses de
Mayo,
Junio,
Ag-os ..
1
to
y
Setien1bre,
tiene una
gran
conveniencia para
las
devotos
del
Señor
de
Eluanca,
que
pueden
ya
fijar
las fechas
de
cuatro
rotnerias anuales. co·n el
objeto de
recordar
cada
una de
esas apariciones
del Señoi"o
~