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L-a
lagnna
de
Chincheros
o
Piura_y
(
1), llena de
aves acuáticas, tienen alrededores fértiles
y
ofrece
a Jos· ojos del turista un
her1~1oso
panoran1a con
los arroyos de
Cuper
y
U111asbamba
que le dan
vida,
y
el
C"'cori - n1arca,
que
le sirve de desagüe.
'fan1bién
la
la.guna: de
Huaypo,
situada dentro
de los lín1ites d
e la finca perteneciente
a
los Merce–
darios del Cuico,
es de
un aspecto encantador,
· surcada por piraguas de totora
y
por una infini–
dad de variedades de vulliciosas a
ves.
l
Tal es lo
que
podemos decir de
Cirih/Jeros,
el
modesto pueblo que
fué
patria del indio
de
nuest1
o
relato
(2).
Sucedió que un día Diego Qnipe, por una
falta
co-
111etida
en su trabajo, que la tradición no dice
cu81
haya,
sido· debía ser so111etido a un severo castigoD·
No faltó quien in1pusiera a Diego
de la
senten–
cia que pesaba sobre él,
y
entonces el pobre
indio,
aconsejado por sns con1pa
ñeros
y por el instinto
natural de salvación,
huyó
por los matorrales en-
111arcados que
caían
hacia el lado de Huanca
y
fué
internándóse por el
espeso
bosque,
hasta
dar con
una especie de entrada a una bóbeda que formaba
dos peñascos colocados el uno sobre el
otró.
Allí
entre angustias
·-y
zozobras, sintiendo
en
· las vecindades de su escondite muchas veces, los
pasos en la
yerva
seca
y
las voces de los encarga–
dos de buscarle, pasó Diego todo el día, con la es–
peranzade que una vez que las
son1bras
de
la
noche
C1:Jbrieran aquellas serranías
podría
escapa.r
con
dirección a su
pueblo
[3].
----
(11 Roberto Gohering: Revista Universitaria: La región del Cuzco.
l
2Í
Con
el flesagüe de esta
laguna
funciona la
~en
tral eléctrica _del
Cuzco.
[31
J:.Jn ·el co.pítu1o de
este libro "La
J
orna.damisional," hablare-·
mos nueramcnte del puebio
de
Dieg1)
Qui
spe.