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-59-

¡;c ·voLVERE

SEl~OR'-',

dice

D1~cRo

inundado

en lla-nto.

··vendré

a visitarte el día de

111i

Prir11er;;t

Corx unión'':

Pero

no tiene fuerzas

para

alejarse.

Sus mira–

das se cruzan con ·1as miradas bondadosas del

l\1aestro. Es entonc<'s cuando corno para n1ani–

festar to<lo el amor de que era capaz su

aln1a

tos–

ca

y

que ignoraba la

manera

de

exteriorizar

·sus

afectos

1

se desprendió

del cuello

su cadenita

de

pla–

ta <le

la

cual

pedía

una

cruz del misn10

inetal y la

dejó a los pies

del

Señor

(

l).

En

seguida

sin

can~arse

de

conten1plar

la

her

mosísinia

faz de la

ÍmRgen,

se retiró silenciosamen

te de la gruta y tomó el can1ino de su pueblo, ba

jando por

el

lado de

Uchumuca

(2), para seguir

por

la

quebrada

de Calca hasta

1'ara~v

(

3 ), donde .

tornó las

alturas,

que

era

el

can1ino

n1ás

corto que

tondncía a

Chincheros.

·

Hé aquí con10 tuvo lugar la pri1nera aparión

del Señor de Huanca y la primera veneración a su

sagrada imagen.

-

¿Quién había de decir al

inodesto indio de

Chin–

cl1cros,

que con el

correr de

los

tien1pos aquellos

peñascos salvajes serían objeto de un culto tan her·

1noso

y

consolador, no solo para la

indi~da

afligi–

da, sino para todos

los

pueblos

cristianos de un en–

tero

Continente

y

que

él

sería

el

instrumente de

tque el cielo se va lía para revelar a los hotnbres la

nneva _ysimpática

advocación

del

"SefíordeIIuan-

ca?"

.

,,

fl} .

Rs

nu

1s'" '~~r

riet,tl"'

que loR

indios lle.ven al rededor del

cuello

·

iína

cadena de

pla.ta,

<1~

lai

Cfütl

pr~nde

una, Cruz:

fffl

Chincheroi:i la

tieB.en

.

ca.si

todos esp

ecia.lm

ente

en los (Jfos de fi.est& .

Las hay

sencilla

A .r ar– tJsti

ca i:: e.nte

1altJ·a,d,a,s .

f1~n

-otras pHrtes

sólo usan

la

Ci·tlz los

Alcaldes.

-oe-n los

días

eli&i!ii~osi;

d?-

ea.d&-

ptt.rciaJidad.

En

la

region <iP-

Hua.rocondo

acostumbra11'

u:riut

nifl17

grande

y

de mucho

pe5G

y

la

usan

-cuando se

¡wncn

la

an.tig-.u1

ea'pª'

<:.\.fip&iiol&,

cuyo uso

conse1•,an

hasta nuestros

días.

·,

r2·]

1"'ha~o ctGli11d~1nte - éon

Hua.nca

prop:·efia~

de la

Jferced del

Cuzco

<tJJfitth:ttit>am~r\t.e

en

poder

de la.

d1st·inguida

famili~

f

izcarru.

.

.t3J

Pa

~b.Io

e't

3

l~gua..s dt~l

Santllario.