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ERN E STO MO RA L ES
Entretanto, salian todos los habitantes' a las
puertas de sus casas y, sacudiendo sus mantos, ro–
gaban : "jEnfermedades, desastres y desdichas, sa–
lid fuera de esta tierra! jQue huyan las enfermeda–
des
!"
Despues se echaban todos por las calles, dan–
zando, y entre cinticos y algazara, llevando ha–
chones de paja trenzada con aceite, llamados
p<tn–
curcu,
blandiendoles, salian de la ciudad hasta dar
con un arroyo o uq rio, y a
et
arrojaban el ha–
ch6n, porque en el llevaban todos los males que
el agua se encargaria de conducir al oceano: que–
daban asi purificados. Y entre danzas, cantos y
musicas, volvian a la ciudad a tomar parte de las
comidas, festividades religiosas y sacrificios de
lla–
mas
que en ella se realizarian no bien asomaba ·el
sol.
Tai era la principal fiesta de la primavera
(1).
todo con otros cronistas en la descripci6n de este acto. Se–
gun
et,
solo eran cuatro los suplicantes. Estos, armados de
lanzas, despues de pedir a los males que huyeran, corrian,
y al cabo de un tiempo entregaban a otros sus lanzas,
y
estos corrian hasta darlas a otros, los que, por ultimo, cla–
viindolas en la tierra, simbolizaban hundir los males que de
la ciudad traian.
( 1) Como curiosidad puede citarse la superstici6n po–
pular que comprobaron algunos cronistas, ·aun despues de
perder esta fiesta su pompa y casi su significado. Si algun
indio encontrabase con uno de los bachones que sirvieron
en la procesi6n, huia de
et
como si en
et
se encerraran todas
las pestes.