ESTUDIOS INCAICOS
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Esta era una ceremonia familiar. Reunianse en
casa del bermano o del pariente mayor las distin–
tas ramas de una familia y alli amasaban y cocian
el pan, becho con barina de maiz y amasado con
sangre de nifios· de cinco a diez afios, la que ex–
traian mediante una sangria practicada en el en–
trecejo y que Garcilaso de la Vega asegura baber
visto practiqar tambifo con fines curativos.
Estos panes no se comian, sino que, despues de
bafiados, hombres, mujeres y nifios, pasabanselos
por caras y cuerpos a fin de que los librase de toda
enfermedad. Hecho esto, se pegaba todo
el
pan
en los umbrales y dinteles de las puertas.
Asi preparados, realizaban la fiesta: Cuatro–
cientos guerreros, pertenecientes a la mas linajuda
aristocracia, se reunian en la plaza que abriase jun–
to al templo del Sol, la que llamabase
Inti
Pam–
pa.
Alli los guerreros gritaban:
"i
Vaya el mal
fueral"
Colocabanse, entonces, Ios cuatrocientos supli–
cadores de modo que diesen ciento para cada punto
cardinal. Gritaban: "Huid, males!",
y,
ecbando
a correr, c.iento para cada punto cardinal: los que
miraban al sur, caian en.
el
rio Quiquisana; los del
norte, en
el
Arucuy; los del oeste, en
el
Apurimac,
y los del este, en el Pissac. Bafiabanse en ellos,
en sefial de que en sus aguas dejaban todo germen
de mal. y que los rios llevarian al oceano ( 1) .
( 1) El Inca Garcilaso de la Vega no concuerda en un