ESTUDIOS INCA/COS
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daba m sacrificaba nada, porque todo le perte–
necfa.
Altares, templos, ofrendas, sacrificios, adora–
ciones y festivales quedaban para los dioses casi
tangibles, como el Sol: dios subalterno, a pesar
de su grandeza y de la popularidad de su culto.
Garcilaso de la Vega en sus
Comentarios Reales
trae esta observaci6n del inca Huayna Capac:
Muchos se imaginan que el Sol esti vivo y que
es el creador de todo. El que hace algo, debe estar
presente cuando lo hace; sin embargo, muchas co–
sas se realizan cuando el Sol esta ausente, porque
el Sol no es el cieador de todo. T ampoco vive,
pues girando sin cesar como gira, no se cansa nun–
qa. Si estuviera vivo, se cansaria, como nosotros.
Y no es libre, porque si fuese libre, algunas veces
tambifo iria a visitar otras partes del cielo por
donde no anduvo nunca.
Estamos, como se ve, en plena herejia solar,
aunque aqui se da el caso inusitado de que el he–
reje, el negador, el blasfemo, es el propio Inca, el
hijo del Sol, segun la religion de la masa quichua,
su adoradora.
Pachacuti Y amqui Salcamaygua, el cronista in–
dio, trae algunos himnos que revelan este senti–
miento de elevaci6n hacia un dios invisible que
por fuerza no era el sol ( 1) •
El quichua am6 al sol. De este recibia los bene-
(1) Ver
pag.
26.