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LA figura magnetica del Padre Bartolome de
las Casas, conciencia de luz
y
alma combativa de
apostol, todo en tan apretado haz que lo llevaron
a hacer de su larga vida un perpetuo sacrificio,
siempre ha encontrado apologistas; pero casi to–
dos pecan de eruditos, minuciosos. En Fran–
cia se viene cultivando algo que bien puede consi–
derarse un nuevo genero literario: el de las vidas
noveladas. El ultimo de los apologistas del gran do–
minicano, es un frances
y
ha hecho de su vida
- obra de lucha abnegada
y
desinteres sublime -
una novela amenisima
y
ejemplar. Es
et
Marcel
Brion
y
su libro :
Bartholome de las Casas, Pere
des Indiens.
Vale la pena comentarlo, no solo por
la manera sucinta
y
vigorosa con que sabe evocar
la admirable figura del ."Padre de los indios",
sino porque de este modo tenemos ocasion de avi–
var la memoria de los lectores, recordandales una
de las vidas mas puras con que c,uenta el martiro–
logio espiritualista.
Comienza Marcel Brion . presentando el mo-
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