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ERNESTO MORALES
yacon, xiquima
y
multitud de raices o tuberculos
comestibles que Cobo describe con proligidad.
Plantas medicinales: la
cochayuyu,
la
choclla,
la
guachanca,
la
cunturire,
la
guahi,
e infinitas mas
de que se sirvieron
c.ontanta eficacia los brujos y
aun sacerdotes quichuas.
La
coca
tuvo notable importancia para los abo–
rigenes del Peru; justo es que Cobo se detenga en
ella, como lo hace,
y
describa sus singularisimas
cualidades: El arbol, el trabajo que da el preparar
las hojas, el efecto de estas en el organismo huma–
no, el comercio a que se dieron los espafioles des–
pues de la caida del lmperio, cuando los indios sin
el control de tan prudentes gobernantes se dieron
a su inmoderado uso, sus mucbas y grandes pro–
piedades curativas ...
Los arboles ocupan todo el libro VI. Desc.ribe
Cobo mas de ciento treinta especies distintas, al–
gunas semejantes a otras europeas; pero por lo ge–
neral por primera vez descriptas. Por ejemplo: el
arbol que
el
llama manzanilla, por no saber
SU
nombre quichua: Este arbol da fragantes frutos
parecidos a la manzana, pero ponzofiosos,
y
dur–
miendo a la sombra de
el
esta produce calenturas.
El
quishuar,
arbol de recia madera con la que los
indios fabricaban sus arados
(tacllas).
El
molle,
arbol resinoso del cual extraian los perfumes con
que embalsamaban los cadaveres de sus soberanos.
Esta resina es purgante tambien, mata las lombri–
ces y cura las llagas. Sus hojas, en c.ocimiento, eran