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a na er itas de nue tra eñora cantando la le anias
lleuan o unas ora en la mano e hacian oraci n ante un
altar de la licua he1mita e bolnian con la mi ma orden a
la di
h~
g1
ia mayor e vió e te testigo algunas perso–
nas llorar endo en la proce ion y entrando
en
la yglesia
mayor r ando la letanias obo honbres dellos qne mas
ente ian que rre pondian a las letania al cabo dellas
clominwn
bobisc6ni
siendo lego .. .
»
(Op . cit . ,
pág .
184).
(47)
Con todo lo cual «los españoles conqnistadores
[de Santiago] asoi;;egaron e se quietaron de tal manera
que luego se dieron a senbrar los dichos algodones trigo
mayz cebada y otras co as plantando hiñas higueras
y
otros arboles frutales de castilla y se fue trayendo gana–
dos de obejas bacas
y
otros ganados para que fue se ade–
lante com nvandose
a
comunicar esta tieua con la d 1
piru e chile ...
»
(Cabildo de Santiago,
op.
I,
pág.
126,
preg .
VII) .
Probablemente con la partida, de Mexia Miraval, 'en–
vió Agnirre desde la Serena a los capitane Rodrigo de
Palos y Juan Cusio con un buen grupo de soldados'
para que fundasen 'un pueblo de crist ianos en la sie–
rra a cuarenta legnas' de Santiago del Estero, en
la
región de los diaguitas . Dichos capitanes llegaron
á
San–
tiago el
17
de Abril de
1556,
preparándose en seguida
para
irá
Ganando)
lugar elegido para la fundación . Se–
gún Sil va
L
zaeta, que nos proporciona estos datos, el
pueblo habríase fundado, pero no tuvo duración
(op.,
págs.
144-145).
(48)
Fandaiba don García el nombramiento de Pérez de
Z
LU'Í
ta en que «juntamente con la dicha governacion de