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15.
Alejamiento y ?niierte de Ni &ñe.z de ·Prado.
-
Jnan Núñez de Prado no volvió más a TucumR,n.
De Chile, donde estuvo hasta
1554,
pasó a Lima
a reclamar
de
Agnirre. La Audiencia, como es
justo, le dió la razón, dictando
su
'real provisión'
de
13
de febrero de
1.555,
en que lo declaraba 're–
puesto en su gobierno' anterior y aún ampliado
en su jurisdicción. Triunfante, tornó
N
úñez de
Prado
a
Santiago
de Chile,
por cuyas calles (el
6
de junio
de 1555)
hizo pregonar
su
poder... pero,
116
consiguió disfrutar de su victoria,
pirns -
al
decir de Groussac - 'murió obscuramente antes de
emprender la vuelta
a
estas pr_ovincias'
(op.,
pág.
306).
Alguien da a entender, sin embargo, que sus
enemigos de Chile, 'lo quitaron de en medio
J •••
(Ohristensen,
op.).
¡
No faltaría más, para ser desgraciada del todo
la
vida
de
este hombre!
16.
Peqiteño fwicio de
Ni'diez
de Prado.
-
~lgunos
investigadores modernos tratan con sobrada cruel–
dad
a Juan
N
úñez de
Prado.
Groussac
da a
enten–
der que
era un
cobarde}
y
le
echa en cara, 'su genio
inquieto', 'su
falta de
energía
y
constancia'
(op.,
pág.
305). Silva
Lezaeta
lo
tacha de 'aborrecido
ca–
pitán'
(op.,
pág.
115).
Sin embargo, Lozano por
su
parte nos habla de
-su
'moderado proceder', de su 'modo loable'; nos
afirma que 'era persona de mucha calidad, de valor,
de prudencia'; y, no dice en manera alguna, que era
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