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CAPITULO IV
la Conquista
LA INCURSIÓN DE CÉSAR..•
l.
Fantasía.
-
De la
inoitrsión
de
César y sus
compá.ñeros, soldados de Sebastián Gaboto, los cro–
ni stas antiguos llan hecho, como se sabe, una leyen–
da. Dicen, por ejemplo, o dan a entender, que los in–
cursionistas (en número de cuatro), un buen día del
año 1529 saliéron del fuerte de 'Sancti
Spírit~1s'
(junto a la desembocadura del río Carcarañá en el
Paraná), llegaron al Tucumán actual, por los llanos,
y pasan.U.o las sierras alca,nzaron basta los valles
calchaquíes; qne desde allí tornaron al punto de
partida, dándose con que el fuerte ya estaba des–
truído... Los cronistas agregan que, entonces, los
aventu~~eros
vol vieron a internarse en el país,
ql~
se
extraviaron y tomaron al sur,
costectndo
la gran Cor–
dillera, hasta salir junto al lago le Nabuel--Huapí,
donde se encontraron con una ciudad 'europea', rica
y populosa (la después legendaria
Trapalanda
o
Ciudad de los Césares)
imán - largo tiempo - de