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d 1 gran rli o central: r mplazó a . t

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cuya uperficie tambi '"n era li

a.,

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por 11a n

qu ,.

imagen d bía repre entar. En la l erifi ria

ua~

car hizo

p

n r 1ay

solare pue e] texto dice que l di co ra redondo com el ol con u

ra o . on e to, uascar guram nte qui o dar a ntender que n i–

deraba a e te di co, ya no como «imagen

»

del Rae dor d 1 i lo

y

ti -

rr

a», , ino como del a tro olar mi mo.

A

la llegada de lo e pañoles, en el altar mavor habí pu do imá–

-0·ene

olare : una grande centra!

y

otra chica, a u lad der cho. Pa–

chacuti muy bien e daba cuenta de e "t.a curio a r petición, ne die

€Xpre .. amente que no obstante de repre entar el di co ntral al ol,

H a car dejó a u lado der cho el otro más p queño, también

1 •

la , o–

rno dejó también a u lado izquierdo, el corre pondient lunar. E te

~am

bio del di co corres1 onde muy bien al cambio del conc .pto r li gios ,

pne Huascar quiso manifestar que el culto, ahora debía refi rir .

rná

bien al ol mismo que a un ser abstracto;

y

a

í

leemo en la página 09

d la

Relcición,

que ·Hua car de pués de llegar al Titicaca

ma.nd

,. colo–

.car allí una imagen del sol, hecha, de oro, y a<l.orarla,

y

qne 1 ombre

Viracochci,

debía ampliarse con

Inti

(sol), para preci ar qup, Viracocha

refiere al aAtro solar.

He aquí lo detalle obre el famo o di co ola.r que

destacan de la

-

Relación

de Pacbacuti. Entre ellos hay uno que llama nu tra atención

-en alto grado

y

que debe ser considerado con pr ferencia: e el

cambio

del contorno

de aquella plancha de oro.

El hecho curio o de que la forma del célebre emblema princi1)al, con

€.l

andar de 1o tiempos, una vez fué modificada., pue pre. entaba al prin–

dpio nn círculo, despué un óvalo

y,

al fin otra vez un círculo, permite

ospechar que, tal vez,

no

siempre debía er la imagen del ol, de con–

torno redondo. Con todas las re erva que el ca o req niere, tal vez pue–

de suponerse que la segunda edición de la plancha, que era ovalada, haya

representado un huevo, especialmente a nel « huevo de oro» que, en la

mitología., tan poco conocida del Perú,jnega un rol curio 1 imo. He aquí

la do versione del respectivo mito, en lo cual se de taca el carác-

er criador del huevo: