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»
como la intitula. En el primer e tudio
1
reproduce u parte uperior, la que denme tra, para él, do cr/uce.
«
co–
rrespondiente a do constelaciones celestes» (p.
311);
~
on nueatro -.:
grupos centrales número
1
y
número 3. Para Quiroga, la cruz, como en
otras partes de América, también en la mitología peruana tiene un «va–
lor cósmico» , «equivalente a luz agrada, luz divina, qtÍe fecunda., que
anima, que da vida, o sea el principio có mico de la existencia de todas
la cosas ... »
(ibidern).
E ta clase de ideas sobre «la Or':lz », má tarde
fueron ampliada n un libro
r; '
en el cual «la plancha simbólica» de
Pachacuti (p.
201)
está reproducida, según la edición Jiménez, do ve–
ce (pp. 69
y 206);
pero esta vez, la Cruz, representada por dos conste–
la iones (ver arriba), «más que un emblema general del cielo, es un ig–
no d carácter particufarmente astrolátrico, que representa la determi-
t
HAGAR,
'The Pent,vian star-ohart of 8aloamayhua,
en
Congres i.nternational des
A1né–
rioanistes,
II, pp. 271-284, París, 1900 (1902). El dibujo en hoja a.parte sin
fo–
liación.
!l
AR
HE R LD ,
Stansbiiry Hagan Mitteiliingen über eine l:J eruanisohe ternlcarte,
en
Das Weltall, illu trierte Zeitsohrift fiir Ástrononiie und verwandte Gebiete,
IV,
pp.
165-
171 ,
B rlín, 190 -.
El
dibujo en la p.
166.
3
BA
ET,
Le niétéores,
n
Revue des traditions
populaire~,
XVIII,
pp. 223-225,
P rí , 1903 .
QurnOGA ,
El !Jirnbolismo de la orit,z
y
l falo en Calohaquí,
en
Bolet{,n clel lns ti–
tnto Geográfico Argentino
XI , pp. 30- -343, Bueno Air , 1 98. L a parte superior
del dibujo va en la p. 310.
5
QUIROGA,
La crnz en Arnérioa (cirqueología argentina),
p. 206, Bn no Aire 1901 .
El
dibujo en la pp . 69
y
206.