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El claustro
El clau t ro del templo formad
·ún qui r
(I .
2) po la
ur -
lla ._
del antuario olar
y
le la capilla et .
(y
r t r a._
c rta mura–
lla de combinación entre éstas), tenía «en circuít má de cuatrocien–
t o pa o
»
(Oieza, p.
105);
la di tancia «de e qnina a ·quina», era
«un tiro de arcabuz» (Morúa, p. 52). Squi r (1 . .., 8) midió la 1lanta
hallando 29 6 pies como largo y 52 pi como ancho· qui re decir qu
u indicacione coinciden con la de Oieza (Tschndi p.
1,
re p.
172).
En el claustro había un jardín regado por fnent artificiale . Garci-
laso, en los capítulos 23 y 24 del libro III, tra lo ;;
igniente párrafos
.que versan sobre el tópico:
«Volviendo al ornato del templo tenfa dentro de la ca a cinco
fuente ~
·de agua que iba a ella de diversa partes; tenían los cafios de oro
1
los
pilares unos eran de piedra y otros eran tinajone de or y otro d pla–
ta, donde lavaban los sacrificios, conforme a la calidad dello y a la
5
ran–
deza ,de la fiesta. Yo no alcancé más de una de Ja fnentes
1
que ervfa
de
regar la huerta de hortaliza que entonces tenía aquel convento; la
·Otras e habfan perdido, o por no las haber menester, o por no saber d
dónde las traían, que es lo más cierto, las han dejado perder...
«Aquella huerta que ahora sirve al convento de <lar hortaliza, era n
tiempo de los Incas jardín de oro
y-
plata, como lo había en las ca a:s
reales de los reyes, donde había mucha yerbas
y
:flores de
d~versas
uer–
tes; muchas plantas me,pore ., muchos árboles
mayore~,
muchos anima–
les chicos y grandes, bravos y domésticos, . y sabandijas de las que van
.arrastrando, ·como culebras, lagartos, lagartijas y caracoles, mariposa
y
pájaros, y otras aves mayores del aire, · cada cosa pue ta en el lugar
.que más al propio contrahicie e a la natural que remedaba..
«Habia un gran maíza1, y la semilla que llaman
Quinua)
y
otra.s le–
gumbres y árboles frutales, con su fruta toda de oro
y
plata contrahe–
cho al natural; babia tambien en la casa rimeros de leña, contrahecha
-de oro y plata como los hábia en la ca a real ; tambien babia grandes
figuras de hombres y mugeres y niños vadados de lo mismo,
y
muchos
_graneros
y
trojes_, que lla.man
Piriia)
todo para ornata
y
mayor mages–
tad de la ca a de su dio el sol; qne como cada año a toda las fiesta
principaleR que le hacían le presentaban tanta plata y oro, lo empleaban
todo en adornar sn casa, inventando cada dia nuevas grandezas. Porque
todos los plateros que babiai dedicados para el servicio
rl.elsol no enten-
1
Existe hoy todavía
y
se halla en medio del claustro del convento .; e un mo–
nólito octógono de 7 pies en el largo ,
y
4 en el ancho
y
3 en profundidad. El agu–
jero en el fondo donde entraba el caño) está abierto todav ía, pero
el
caño conductor
-Oestruído (Sqnier, p. 552) .