ÉN LA TIERRA DE LOS INCAS
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din:Íos las alturas
que
se nos interponícih para descender · al
bolsón de Andahuaylillas.
~,;te
bolsón forma parte del
grupo ·que tiene por centw el del Cuzco
y
es uno de los más
hermosos del Pe!·ú.
· En
la misma cumbre
ele
la loma, entre ei "alle y el bol–
són,
~n
un lecho parec.ido ul cr:Her .ue
uu
volcán, está la pe–
queña, pero profunda lag-nna ele Urco.s que no tiene des–
aguacleJ'O. Es muy
famosa
pon:¡ne ·Regún la. tradkión sus ·
aguas amarillentas esconrl ... u la g·ra11 cadena de Huayna
Ccapac, que era del f'"rosor deJ hraw tle un hombre y su lar–
go tal que podía dar dos vueltas a la gran plaza de\ Cuz–
co. FuP arrojada a la. la.guna pa1·a. sul varia de los
e~<
paño–
le:;. Esta tradición era reciente en los tiempo!'! de Garcila–
so, pues nos da los nombres de los que emprendieron la
empresa de desaguar la lagunH por un caño a
tl'avés del
cerro, quienes se desistieron solamente después de haber
gastado todo su dinero en cavar
la
pezia, yjva,.
El con–
dücto está aún visible,
y
por su extensión muestra el empe–
ño persistente de quienes lo socavaron.
Daría con e;usto torlas las
informaciones que pudiera
poseer. acerca de la laguna
y
la manera de llegar a ella, a ·
los atrevidos caballeros qne en otro tiempo organizaron
una compañía, con cinco millones de capital, para recupe–
rar el tesoro del nauft·agio de la fragata
Rn&sa,r
de su Ma...
jestad, que se hunaió en "Rel1 Gat,e, sino tuvieran que ser los
,primeros en aprovecharse de ellas los qne al pie de las mon–
tañasbu'scaroneloro mal habido de Kidd
(1).
Dejo a los que
~stán
acostumbrados a las grandes cifras, el cálculo del ca–
pital de la "Compañía recuperadora de la cadAna de Huay–
na Ccapac",
ob~;ervando
únicamente que la plaza de
Hua~
capata, tiene
m~s
de una milla y
medie~,
de perímetro, y que
la caden
a, "gruet:la como el brazo de un hombre " , le dab8J
dos vuel
t.as·a dicha plaza, y más aún que era legítimo el
oro de los Incas.
El bolsón de Andahuaylillas es un óvalo irregular de
dieciocho millas de larg-o y tres a seis de ancho, casi pla–
no, bien irrigado por los arroyos .de las montañas ch·cun–
dantes que se juntan en nn solo río, que ha cortado un es–
trecho canal a través del cerro intermedio y que descare:a
en el Vilcanota.
'Ningún viajero puede dejar dP pensar que
estas tazas cerc!ldas por montañas 1ueron, en otro tiempo,
lagunas que·se desaguaron, ·sea gradualmente pbr la exca–
vación paulatina de sus desagües, o sea violentamente de–
bido a alguna convulsión de la tierra y a la ruptura de las
(1)
WiUiam Kicld, pirata ejecutado en 1701.-N. del T.