EN LA TIERRA DE LOS -INCAS
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superior, construidas, sea con piedras brutas o primorosa–
mente labradas y ensambladas. Es Jibsible que hayan te–
nido fines a la par de utilidad
y
de ornato, aunque este úl–
timo destino es el más aparente. Las. dimensiones de los.
nichos varían con las de los edificios e!l que se encuentran.
A menudo una. línea de nichos que se extü:mde .a lo largo del
~uelo
es realzada por otros más pequeños que alternan con
los
an~eriores.
La monot.onía de los muros larg·os y ·oscu–
ros de las tenazas, especialmP-nte en los edificios publicos,
es casi siempre.interrumpida por estos nichoR. Tales terra–
zas están hechas por lo común con piedras irregulares junta–
da¡;: en el llamado estilo ciclópe0, en cuyo caso, el contorno
de los nichos está formado. con piedras menos irregulares y
tiene un pulimento que no se nota en otra::; partes
dH
la pa–
red.
En
las construccione'3 hechas con piedra br-uta
.Y
ba–
rro. los nichos están bien enlucidos con estuco y hay razón
para creer que estuvieton pintados con colores diferentes
de los muros que debían adomar.
·
·
AntP-s de pasar ad !ante delDemos hace!' notar que la e–
timología del no b e' Viiracocha" es variada. La que se
acepta.
generalme ·lt~
e
v:iPa.
"esptlma"
y
cacha,
"mar"-es–
to es "Espuma del Mar". 1 como
el
espíritu que se le apare–
ció al joven Inca n a meseta de Chita, y le dió su nombre
Viracocha,
fmé
b an<w y
ba~:.bado,
con túnica flotante, no
debemos admirarnos de que dü:ran el mismo nombre a los
españoles, qUJenes parecí&.n a los sencillos indígenas ser la
encarnaci6n de la celestial aparición y que teníall el domi-
. nio del rayo
y
del trueno. Entre
los
indio,., del
campo
o
pas~
tores de JlaUJas de las
puna.<>
.Y
los pescadores de las lagu–
nas, la salutaeión usual a los extranjeros de tez blanca y o–
jos azules es ¡.
.t.ay-tay Viracocha"¡.
Fué en laE- alturag de Tung·asuca, que dominan las ruinas
del templo de Viracocha, en la banda opuesta del río, donde
José Gabriel Condorcanqui, mejor conocido con · el nom–
bre de Tupac Amaru, qne últimamente adoptó, organizó,
haeia. fines del sig·lo anteJ·io1· aquel levantamiento de indios
contra los españoles, que rápidamente se propagó en toda
la Sierra y amenazó la extinción del poder español en el Pe–
rú. 'l'npac Amarn era degcendiente del 11ltimo de
loF~
Incas;
r
cuando reunió a los
su~·os
en el pueblo de Tinta, en mar–
cha paru. arrancar la capital de sus mayoreg del ,poder de
los desce-ndientes de Pizarro. los
con~ujo
prirue1·o a las rui–
nas del templo de Viracocha, y allí rodeado de muros de la–
va, negros
y
ceñudos
y
bajo la sombm del desmoronado
santuario, conjut·ó la
a.yu<la del eRpíritu qüe había comba-'
tido por el joYen príncipe Viracocha en la llanura de Ya