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EXPLORACIÓN E INCIDENTES
DE
VIAJg
dia toda la noche armad<;>s hasta lor. dientes.
I
nos bul>it>rá
ido mal de otro modo, puc¡..; iittenta.ron varias veces espfln–
tar
y
lle\' arse nue:'ltros animales. Nos aleja.mos
muy
tem–
prano con la satishcción de escapar de un lug-a t'
de
la peor
reputación en el Per6. (
1)
Nuestro camino zigzaguea alrededor del pico elevado de
Mollapata
y
su be ha.sta el n u.c imiea to de cada grieta que se
a bre en sus fa ldas, luego vuelve hacia el punto
dt>
pnrtida,
de tal manera que en un a caminati-1 dP dor.; millas uo se
avanza Rino unos cuantos centenare¡;¡
cl8
vara . La monta–
ña es cada vez más precipito"a
y
por fin nos Pncont.ramos
en una angosta repisa, gastada por el pa¡..;o rle las mulas
en la ladera,
y
más allá, en la distancia,
desc uo¡:imo~
dPba–
jo de nosotros el río Apurímac, que apa reee apenas co–
mo nn arroyo.
Después de dar la. vuelta a la mitad de la circunferencia.
del ceno d . 1ollPpat.a. llegamos a b-1s a lt.nra¡..; de un a pro–
fu nda quPbracla c¡ne lo separa de otro ce·l'l'o en cuyas lade–
ras distinguim
l~
col r;'\fll'l,s t Pjns
e
t:'
los tech
s
de la dila–
tada haciené1.
de
Rél avi,ta, rodeflrla de campo Yerdes
de~
1-
falfa.
y
g•·andes parcelas a111arilla ' de caña de azúcar.
A
una, legua.
a
la de-t:echa. rl e
1 ,~
h'fteien da :'le ve una se r·ie rle ar–
cos que se ex-:tíenilen
a
tt·flovés <le
1~na
(lPIH·e¡•il'ín de la cresta
. d el Cel'l'O,
-1
an
O
par
c iriOS~
lo::; que travieRan
Ja
(iam–
piña Romana, y un g:rnpo de ch.Jzas, que ttnes
t.roa rriero di–
jo qne era la casa de la posta de
La
P. :10cn a dond e nos di–
rigíamos. Aunque ya Pstábamos acost.nmbrn.dos a los ma–
ravillosos recodos, entrantes
y
RaliPntPH de los viajes por
las Sen·anÍa$ del Pe1·ú, no..; p t·egnnt.a mos cómo habíamos
de piJ.sar, la obscura
y
pt·ofnnda. quPbrada c¡ne nos sepa l'ft–
ba de La
Ba.nf'a, con su s la deras pendientes
y
en algunos
sitios completamente precipito as. Fnts un proced imiento
largo
y
cansado ciertamente. Seguimos una senda d elezna–
ble qnf> fn.lrleabfl la ladera de la quebrada, ret.rocPrliemlo
ac¡ ní
y
acnllá
y
alcanzando d9spués de una set·ie de ásperos
zigzags un descen:so dfl cien o
máR
piP, por· sitios en que un
niño podría lanzar un guijarro al fondo del abismo contra
la
caba.lg-ata.. DP:-;cendienrlo así
graclualnHmte
nutst.roca.
'mino hacia la cabecera .rle la
qnebrR.dallegamos finnlmente
a.
ur. punto en donde.escuchamos el ruido del río de La Banca
! , ,. .
(t)
Bs posible' qtre se t ra te de una broma a les gringos y en el peor de
to11
casos
el
conato fué de hurto pero no de asalto ni de robo. - N . del T .