EN LA ·,'JFRRA DE LOS INCAS
129
r
!'ama de lo.-:
:\
lldP;:,
compn~n rlit>ndo
Jos
gTandes picos neva–
clos del
Sr.t! e.;ant.;-~y
y Urtutittay
(1).
El .descamw de ·deos
le,
guas
d~
estP punto es muy ernpinadq,
.y
ya en eompleta
obs~
c uridaclllt>~:JJrno-:
a la hacifllld<1 'rarahuasi, donde pat-amos
h1noche.
~~~
la mañana. f11inws a caballo al pueblo pa·r·a
cons~g uir
mnlas. El re-:nltado fuR el de
siempre-"Maiia,n~'.',
N
uesti·os oídús estaban corn p!eta:mm te familiarizados .con
esta respnes ta pnr habel'!a oído en todas partes clP-l Perú.
E11'–
sayaruos
.,¡
efPcto de u11 lenguaje nn t..Mrto dnr·.o,
peT'O
fué
JH'edi crll' en el de.;;ier·t.o.
·
~
. ,
Entonces ¡.n·ocedimos a examinar las ruinas de Lima,
tam'lO
qtiP
no !'Wn otra cosa que
anclen~>s
constt'1:1Íuos en la
for·rn<1
ya
clpsc¡·ita.. Son de .estilo ciclópeo. con caras de ·pie,
rlra bellarnant.p lal)l'ada y junt.ada con admirable
exactitud~
con las S'Up•"l'hc:ies
n.
Ir~. alt~1ra
de la t¡erraza muy Líen . cortar
clas
y
niveladas. Lo que algunos viaiel'Os llaman palacio ·o
·templo no es más
(]111'
una
tet;l'aZl·L
con ala.cenal'! eu la pared;
u.nnque nn lHIItplo o algr1n otro edificio pudo habe1·se cons,
t.ruído E>ncima, no q·uedan seii::tles de su existencia. La
terra~
za. exterior es d
z
pies de alt.o y
800
rie:il
<ile
lar·go y domi.–
na
el
valle que en es e lngar es muy angosto, de tal manera
que probablemE'n e
,'B
i 1tsentó hace •· Hna
fortiftcació~.
(2,) .· ..
Pl'oseg·uimos nuestr· ruta bajando por el valle a.ngostq
·y
'llegamos al
ane~cl:ieee r
a Mo llP,pata. Es un gn1po de ·
eliJO¡
zas misP.rabl e
(
una a ta; I:E'pisa de la montaña. con u'nª
ig-lesia destartalada. nn gobernador borracho que almismq
ttempo,es encar·Q;:l..c o
e
el cobert.izo llamado casa cile · posta:il .
y
uu cnr.a tn,n di;;oluto cumo el g-obernador. Los
, campo~
circundantes son pelados
y
difícilmente pudimos cot¡seg:uir
: un poco de agua
y ·
un bushel de maíz pa•·a nuestros animm–
les, pagando la modesta snma de tres dólares. · Al día si–
. gniente tenía qne efectnarse una corrida de tcn·os
J'
la
a.~' dea
~staba.
llena de vagabundos de aquende
y
allendP, ébrios
y
de aspe<'to siniestro, en su mayol'Ía. bestialmente a}coholi–
•zados. Estos se agruparon en t.orno de uosotro'3, hecha–
; ron ojo a nuestras mulas
y
equipajes, acordando entre elios,
en quechua, cuál ele
nm~st·I'O:'l
animalE's le tocaría robar a
cada nno, al menos, 110s 'infol'mó así Ignacio q·ue
entP.ndí~
::.n lenguaje. Como el
patjo
de
la
casa en que nos alojamos
no t enía ce rcos por dos cos'taqos, resolvimos
~star
en guar-
, ' (
t
.
(1)
Monte Verónica [Hl:l42 pies]; Mt. Salccantay [20565 pies; Mt.
- Soray
[1943fi
pies]; Panta
[
~S.t.BO]y Soyrococha '[1Bl97]. Inca Land,
p¡í–
gina 171. . del T.
(2J •Véuse.Jas notas· de.las
pági¡1as
85 y 89.-N. del T.