PLATA
Y BRONOE
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Perdiéndose entre las nubes plomizas que el sol esti–
val del mediodía levantó ele las tierras bajas, se erguía la
choza del Gregorio. del concierto padre de la ·Manuela.
Por las rendijas de la puerta h ::cha de carrizos mal
unidos, salía la luz del fogón. la única que había en el mi–
serable aposento. la sola que acostumbran los indios por–
que no sienten ni la necesidad corporal
cb
la luz. tan an en–
tes como están de ser atormentados por la sed de claridad
espi1·ituél!l .....
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rededor ele las
tr ~ s
piedras que sirven para soste–
ner las ollas en que cuecen sus frugales alimentos. se amon–
tonan. envueltos en sus ponchos rojos, con ·listas multico–
lores. que
Sto•
tornan más sangrient6s al ser heridos por las
luc;:s trémnlas de las llama·; se agrupan tres indios.
y
pe–
gada a las brasas. soplándolas de cnanclo en cuando para
reanimarlas.
y
en la posición característica ele la raza: las
cnclillas. una india, cobriza. pero de puras facciones 1: gip–
cias
y
de edad aYanzada.