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"PLATA
Y
BROXCE
Fuente inagotable de dolor es esta: la impotencia para
comenzar otra vez. la inutilidad del recuerdo que no cuaja
en verdad, que no polariza en sensación ....
-Te has de ir conmigo, Manueía ?-indagó ele nue,·o
el
niño.
-1\'o patrón. No
hi
dir
..... .
-Y
s i te llevo a la fuerza?
-Para qué niñito.
No ha de poder yo VIVIr en Quito.
Los ojos se le bañaron de nostalgia anticipada.
-¿Por · quién extrañarías la hacienda?
-1\'o sé niño ..... Por
taita
y
por
mama .....
Su finura ele mujer sospech ó el móvil de la pregunta
y
apartó el lazo.
-¿No
te has ele ir?
-No niño.
El abismo que epara las raza se hizo patente a los
o jos de Raúl.
1\'o e consideró con fuerzas para sah·arlo. Antes, el
amor era alas. Consumidas ahora por la fiebre carnal. el
haz de los prejuicios. el dogal histórico le soldaban con la
realidad
y
le negaban la heroicidad del sacrifici o.
¿Para qué atormentar entonces esa pobre psiquis opue -
ta que tal Yez alhero·ara. un Yenero riquísimo ele emoción?
Raúl sabía que la india le amaba. Incapaz de sondear la
profundidad de ese carii'to. le asaltó de nuevo el temor de
que fuera pasión lo que había en el alma ignota de la
tonga.
Calló a su turno.
::\Ianuela · e pu o de pie .
-Llaman. niño.