![Show Menu](styles/mobile-menu.png)
![Page Background](./../common/page-substrates/page0176.jpg)
FElL'\A.:\l>O CHA \TS
glutinosa. Como que viniera ·de muy lejos sonó la voz
dulce, temblona de Manuela.
-Me voy ,niño.
-No te vayas. Quédate aquí que yo te quiero mucho.
Y se esforzaba en vivir un idilio ya difunto.
i sus
nervios respondi-eron a su anhelo por más que acariciaba
a la india con frenético empuje.
Su alma permaneció sorda y su la civia muerta .....
SUo su boca mentirosa intentando engañar y deslum–
brar a la propia alma, perseveró desgranando collares de
falsía.
-Si. te irás conmigo a Quito porque yo no puedo vi·
vir sin que me acompañes.
I
o niiio, mi taita y mi novio no han de dejar ....
-¿Y quisieras irte?
-Si obligara n iño si fuera pes ....
-Y de tu voluntad. sin que nadie te obligue?
Guardó silencio.
Cómo atisbar esa alma que no se desnuda nunca.
Qué sol puede radiar en ella si hasta el amor se detiene
en su penumbra. indeciso.
La atrajo más. Su boca se pegaba fatigosa a la ore–
ja de la india y .la azulosa mancha de los cabellos de ella
se regaba por la faz blanca de él. un grupo bello .. El,
conquistador farsante mintiendo a la raza empobrécida que
se dejó arrebatar sus tierras lueñes
y
rica a cambio de
palabra
El patrón prometía a la india. Furioso porque no
revivía su amor, porque no volvió a vivir lo angustiados
minutos de antes. sufría con intensidad dañina.
170