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de escaleras. Pero la escalera existe también en varios otros estilos Y
esta sola coincidencia entre los estilos de Tiahuanaco y santamariano
no es de ninguna manera suficiente para determinar una influencia
especial del arte de la época de Tiahuanaco sobre el de la región dia–
guita" .
Frente a estas denegaciones, más categóricas que convincentes,
ha mantenido el señor Uhle su primitiva posición. En dos trabajos
últimos, uno de •ca.rácter general y otro. de réplica al seño-i: Boman,
'ha ·sostenido, sin ceder en matices de sus convicciones, la certidum–
bre de la influencia de Tiahuana·co sobre el noroeste argentino y
Chile. En el primero: "Toltecas, mayas y civilizaciones sudameri–
canas" (98) solo se refiere de paso a la cultura de Tiahuanaco, la
que "como la primera civilización sud-americana de tal extensión,
en sus efectos se deja rastrear ya des·de el norte de la región interan–
dina del Ecuador hasta más al Sur de Santiago de Chile y regiones in–
teriores de la Argentina' .
En el is o to o (99) e ooupa del trabajo
de
señor Boman
y
i·efuta b1,eve ente algunas de sus consideraciones, presentando lámi–
nas para fun:dar su propia insistencia y los unt os •de vista anterio–
res. Fi ,ur entre ellas un tiesto cerámico de Andalgalá publicado
en la obra
'€
Carlos Bruc'ñ, ya mencionada. "No caibe duda" diice él,
"que la corona tripartit es idéntica con una que se ve en un vaso del
.perfodo ·de los vasos de tres colores derivado del de Tiahuanaco,
y
por eso comprobatoria para el orígen tiahuanaqueño también de la
otra".
(100).
Más adelante compara el señor Uhle una ca1beza de ·perfil, dota–
da de una ornamentación que sale del ojo en forma de .ala lateral
y
lleva además una faja suspendida muy típica, según él, del estilo de
Tiahuanaco, con una figura incluída en una tela reproducida en la
obra de Stüibel y U:hle: "Di·e Ruinenstatte von Tiahuanaco". Analiza
otros .argumenitos del señor Boman, y los descarta uno por uno, al–
canzando esta conclusión:
"l.Jaefectividad de relaciones ·entre el inte–
rior de la Argentina y
la
región <Je Tiahuan-aco, disputada .por Eric Bo–
man también me parece nuevamente probada por las figuras de
(98)
Véa~e
"Boletín de la Academia Nacio-
¡
vilizaciones Arge1itinas". Pág.
123·130.
na·l de H istoria de Quito". Tomo V IL
1923.
( 100)
Véase ambos vasos. Lámina IV fi g. 6
(99) "Cronología
y
origen de las antiguas ci-
y
10.