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tiestos reproducidas de la obra ide Carlos Bruch. Llegadas las influen–
cias tfa:huanaqueñas, como en las ta!bletas de ese tiempo, a1 pié oeste
d~
la cordillera, igualmente podían franquear con facilidad la cordillera
para entrar de allá en la Argentina".
Las o·piniones como se advi·erte, se encuentran divididas, sui·–
gienido sin· embargo, del conjunto una impresión .favorable a
la
in–
fluencia de Tiaihuanaco. Mucho falta que ·eX'plorar en todas las tie–
rras del antiguo Imperio Incaico, así en. la eierra, como en los lla–
nos y en la costa, antes de saber a ciencia cierta donde nació y ha–
cia que rumbos irradió la cultura inicial, y determinar, entre otros
problemas más transcendentales, si Tiahuanaco eng.endró
fa
civili–
zadón diaguita, o si fué agente de irradiación ·de una corriente
andina anterior, superpuesta eobre otra más antigua de origen tu–
pi-guaraní.
.
Nos complace reunir en eete trabajo algunas exJ>resiones de arte
de Tiahuanaco, cuyas afiniid.ades con ejemplares diaguitas y otras cul–
turas de marcadas analog;ías, exceden de _:Simples coincidencias. La
IJrueba gráfica, cuanto mayor sea, servirá más tarde .de puntal a las
doctrinas que se sust nten.
Reproducimos (Eámina V)
las placas de bronce existentes
en 1o.s Museos de Berlín (fig. 2) y de Cambridge (fi.g.
3)
publica–
das por Posrnmsky
(101)
que han dado lugar a discusiones acerca de
su origen. Figuran en los institutos citados como provenientes de Tia–
huanaco, pero no son ya análogas sino casi idénticas en característi–
cas materiales y espíritu,
a:
la famosa placa diaguita descubierta por
Lafone-Quevedo en Ghaquiago (Ca.tamarca) y publicada .por él
(102).
Es de notarse la semejanza de eetilizacron de los jaguares, su postura
de guardianes a ambos lados ·de un personaje central, la cruz percep–
tible en las orejas ;de los felinos, los círculos y cuadrados concén–
tricos reiterados en la parte interior de las placas, y el signo escalona–
do. Trátese de símbolos, de re2resentáciones convencionales o de ca–
prichos decorativos, las analogías existen, robustecidas por la simili–
tud ide ejecución (Véase frg.
1).
Las dos plaquetas diaguitas de 1bronce, (fig. 4 y 8) fueron halla–
das por Ambrosetti en su exploración arqueológica de Pampa Gran-
( 101 )
" El signo escalónadp en las ideogra-
1
fías
americanas" Berlín
1913.
(102)
"Londres
y
Catamarcaº.
1888.