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localidades vírgenes aún, nos dén sus resultados definitivos. Afirma–
dones de esta clase
no implMam unilateralüfu:d de influencias, ni que
tcdo
~e
deba a Tiahuanaco;
no implica tampoco desconocer los de–
sa~rollos
naturales o locales que 'ha.n determinado una marcha dada en
la evolución de las artes aborígenes americanas, ni un proceso de–
bido exclusivamente a un impulso extraño y único".
El señor Debenedetti supone que la influencia de Tiahuanaco
llegó hasta el 8° de latitud norte, y se funda para ello en los vasos
encontrados en Cuenca (E'cua<lor). Tenemos entendido que el señor
Uihle ha Uegado a a;bandonar sus antiguas opiniones, preci>samente por
las excavaciones •que va realizando en e-s·a región.
La
tesis del señor
Diebenedetti no niega, sin embargo,
'la
posiibilidad de que Tiahuanaco
haya sido accionado por otras culturas.
Así reconoce con toda ecuanimida;d. que "Tiahuanaco no puede
considerarse como un foco aislado de civilización, ni como producto de
un desarrollo local. Es
un
centro de convergenda adonde afluyeron,
en una época determi ada, eleme tos de obras partes para conver irse
después en foco de
diverg~nci
de esos elementos ya completamente
trasformados por una larga evolución". Tal vez en efecto, eomo han
pensado varios observaoore.s, fuera Tiahuanaco, un santuario de pe·
regrinación religiosa. Razón <fe más para acep.tar qu<e su cultura irra–
diara sobre las poblaciones más cercanas, después de haber recibido
la influencia de las más antiguas.
El señor
P.
Ainsworth-Means ha tratado en varios t raib.ajos
de las eultura;s
pre-colom~inas.
Se .propuso correlacionarlas entre sí
y
estaJbleció cronolo-gía-s, fiJando por medio de dia·gramas la sucesión
de las mismas y sus relaciones en el tiempo.
(91).
El problema de
la influencia de Tiahuanaco en los diaguitas no escapó a su atención,
y en un estudio de
-J.asantiguas artes peruanas expre·só en esta forma
su juicio personal (92) :
"No puede haber sino pocas dudai? de que la cultur a que llamamos
Tiahuanaco II fué
fa
más altamente desarrollada de Sud-América. Aún
rivaliza con la cultura maya de las ciudades del Ant iguo Imperio, en
la región Meridional de Yucatán.
"Puede ser
ve1~dad
que sea peligroso medir el desarrollo positivo
(91)
"An outline of the culture-sequence in
1
(92)
"A
survey of ancient Peruvian art"
the Andean area". Memoria presentada al Con-
('(ransactions. of the Connecticut Academy of
greso de Americanistas de Washington.
1915
Arts and Sc1ences). Newhaven.
1917.