ESTELA DE LOS BUITRES
FIG.
Estda
de
~os
buitres. Fragmentos
de
la parre alr:a
de
la
cara posterior.
(Conten;iu) .
jw_ _
155
embargo, sus pómulos salientes
soq
propios del ípo Súmero. 2•, los
artistas Súmeros, al tratar po primera vez la barba, no saben reprodu–
cirla sin caer en ingenuidades propias de los dibujos de niños. Véase al
Dios Nin-Girsu,
e~
la estela de los Buitres. Cabeza y cara, nariz y boca
del personaje, que es una divinidad semita, ( 16) son literalmente igµa–
les a las del jefe Súmero de la cara anterior de la misma estela. Al per–
fil convencional de un rostro Súmero se ha colgado, para "semitizarlo",
una ·barba bajo el ni.entón. Pero ¿quién no ve la torpeza del artista en
esa barba que tiene todo el aspecto de una colgadura carnavalesca?
Sigue un segundo período escultórico en el desarrollo del arte cal–
deo. Una nueva técnica sucede a la primera. Los Semitas, quienes ya
fue ron discípulos de los Súmeros, les enseñan a su vez una nueva aca-
( 16) Un texto muy arcaico, grabado sobre la pina del rompecabezas de Mesi–
lim, dice textualmente así : "Mesilim, rey de Kísh, constructor del templo de Ningirsu,
ha colocado esto [en honor] de N ingirsu, siendo Lugal-shag-engur ishakku de Lagash" .
Substancialmente, el " Señor de Girsu" es un héroe del Norte, asimilado a un pro–
bable "patrono de las plantaciones" sumérico. Lo dice su calidad de cazador y gue•
rrero, a imagen y semejanza de los triunfadores que le levantaron el templo en la ciu–
dad del Sur. Curiosa circunstancia: ofrendas votivas son los rompecabezas. Más tarde
Jamurabi dirigirá a ese dibs, consunstanciado con su hermano Ninib, la invocación "mí
arma sublime".