I
o
Los Tarpuntai se preparaban para la
gran fiesta del Puma.
El
adoratorio lucia prin1orosos
ador–
nos. Ofrendas cuantiosísirnas. Cubrían
la
roca _los
más
finos tejidos. Sobre el fondo
pajizo de
la
vicuña, resaltaban multicolo–
res como el
Kulchl,
los dibujos y motivos
orna~entales.
El Gran Pu1na de piedra
.que está a la puerta del Santuario alzá–
base líen.o de magestad, casi divino.
Al despuntar el alba, se encamino el
Inka hacia
la
colina oriental
donde . se
adora al
Purna
sagrado, progenitor
deJ'
Imperio.