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-Oh, bella Koillur, ¿hablas tú de mi
valor cuando bien sabes que estoy rendi–
do? . . . .
replicó Kusipurna.
-¿Ante quién puedes rendirte tú, Ku ..
sipuma?, interrogó maliciosa Pillku, la
más joven princesa del aillu de Uskarnni–
ta.
--:.¿Tú~
guerrero
invencible
que has
destrozado al Kolla?, reforzó Kenti.
-Los guerreros somos muy
débiles,
muy blandos de corazón ....
vaya-interr~1npió Mél<m~
, entonces
silenclosa---.estás
u
o~,
Kusipuma.
chachas- corearon burlonarnen-
~-----o;
''puma, K si p:uma
pumaj kusikusillu" . .
(Kusipurua, alegre león,
del león. alegre mono).
Y se alejaron entQilando aires prima–
verales hacia el segundo andén. Kusipu–
ma iba tras éllas, meditabundo.
El grupo
juvenil tomó la
senda que
conduc'e a Kasana. Llevaban ramo s de. po ....
licromia encantadora; eran flores del jar–
dín de Sapi , las más delicadas y odorífe–
ras. Al pasar por el Gran Estanque, sus
siluetas refl ej áronse
t cn1blorosas en las