-
45
¿Dónde.?-preguntó ansioso,
Kusipu-
ma.
-En la fuente de Parawaisu.
Kusipuma se encaminó apresurado
po~
Tejsekocha, bordeando el Gran Estanque.
Subió por .Chokopata hasta el f'lorid<? an-
dén de Sapi.
1
Cerca al manantial estaban varias
j
ó..,¡
venes conversando regocijadamente. Sus
cristalinas carcajadas se percibían desde
lejos.
Koillur dominaba
el
grupo. Esbelta, de-!
cidora
y
alegre; era la estatua de la
Ju-,
ventud.
1
La presencia de Kusipuma f.ué
alu-· ·
dada con
ri~:B
y Rlausos por la femenil
.
'
reun1on.
-BelJas inías, ¿q-ué hacéis
por aquí?,
díjolas Kusipu1na.
~Charlamos
de tus hazañas, respondió
Kenti, la hermosa hija de Wallpa Túpaj,
consejero del Inka.
-De qué hazañas hablais?-preguntó
Kusipurna, clavando la mirada en Koillur.
-¿De qué hazañas habemos de hablar
sino de las que se celebran en la Corte,
de aquellas que realiza.stes frente al Auka,
en la última campaña ?-respondió Kenti
-De tu valor incomparable-dijo
Koi~
llur,
con voz ligeramente temblorosa.