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HISTORIA DE LA CIVILIZACIÓN

PERUANA

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1

busca de una salvaci_ón que sólo pudieron brindarle las cumbres

del sistema montañoso de los Andes.

En la revuelta.

faun.a

que participó de aquella ·angustiosa re–

tirada, viéronse confundidas las colectividades humanas autoras

de los primeros conatos de

1

civilización de que fueron teatro las

orillas del Atlántico y sus islas, arrastradas, la superior y la in–

ferior, por un incontenible pánico; el padre abandonando a la pro–

le, el mozo al anciano, el varón a la hembra, sin más pensamiento

, ni mira inmediatos q"l;le poner la mayor distancia posible entre el

propio yo

y

la tierra próxima a sumirse en los abismos de una

mar implacable.

&

Cuánto tiempos--años, lustros, centurias o milenios-duró

aquel trágico predicamento, al que

puede

que la fisonomía de las

razas andinas deba el amargo dejo, el estoico desgano y la incu–

rable tristeza que la distinguen?

Nada más hacedero, según ¡nuestro entender, que el "signo

escalonado" de Po

ansky,:,

ue vemos reproduciqo en toda mani–

festación del antigito

art~

eruano, a manera de un estribillo idea–

do para traducir una premiosa

obsesión

de la raza, no sea .sino

una reminiscencia

/de

la

pr<Jg; esión angustiosa de una humanidad

asendereada, del lano a tierras altas,

y

de un tramo inferior de

cordillera a otro superior

y

así sucesivamente, en busca de una

salvación

y

de un sosegado vivir que sólo pudo brindarle la en–

cumbrada meseta andina.

Obsérv~se,

sin prejuicios, el friso de la

por~ada

de Kalasasa–

y~,

con la nutrida teoría de sus signos ideográficos, y se con–

vendrá en que aquéllo representa, sin más, la marcha apresurada

. de una humanidad que, salida joven ,y animosa de lejanas tierrás,

acudió en busca de salvación al altiplano 1de los Andes, sobre cuya

cúspide se !llantiene de pie, apoyada en dos báculos y con aspecto

de vejez y de mortal cansancio, su

r·epresentación simbólica,

mien–

tras. irradia a su espalda, :formándole una a modo de regia diade–

ma, .

el sol en el zenit,

como para dar a entender que Tiahuanaco

-ese primer

Ci¿zco

u

"ombligo"

de la tierra peruana-ocupó

el

propio centro del 'orbe,

a igual distancia de uno y otro océano;

..