Table of Contents Table of Contents
Previous Page  276 / 382 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 276 / 382 Next Page
Page Background

270

R. CÚNEO - VIDAL

con una gente que llaman Ingas,

e agora llanian "orejones";

~solo

al superior de ellas llaman (entiéndase que los españoles)

Inga."

De suerte que Orejón es equivalente de ningri-zapa y nin–

bri-zapa equivalente de Inga.

En resolución,

inca

significó

orejón

o sea indio

perteneci~nte

a la

casta orejona,

de que salieron los aillos

dinásticos

que, por tur–

nos y pragmáticas establecidas gobernaron al Tahuantinsuyo.

Pedro Pizarro en su

R'elación del Diescubrimiento

y

Conquista

del Perú

describiendo la manera como los Orejones del Cuzco de–

formaban las orejas de sus hijos, al cumplir éstos los diez años

de edad, para que tuviesen la fisonomía propia de la casta privi–

legiada a que pertenecieron

1

escribe:

"Metíanles a las orejas unos palitos delgados y cada día un

poco más grueso, hasta que se venían a poner una rodaja grande

como aro de cedazo, redondo, de unos juncos que en esta tierra se

crían, anchos y muy livianos.

"Rajábanse la carne de las orejas cada día, para que les fue–

ran creciendo

dando de sí.

"Había algunos que las tenían tan grandes que les llegaban

hasta los hombros.

"El que mayor las tenía era más gentilhombre entre ellos."

En una sociedad en que el matrimonio, circunscrito en el ám–

bito exclusivista del

aillo,

tendió a dar rasgos uniformes a la

fi–

sonomía de la mayoría de sus individuos, cual ocurre entre la fau–

na gregaria menor ; en una sociedad-insistimos en ello-en que

,

el rostro del individuo, sometido a una vida monótona y rutinaria

no conoció las pasiones, ni los apetitos, ni los impulsos caracte–

rísticos de la

personalidad,

que lucha por imponerse en un palen–

que de situaciones cambiantes como el en que se mueve el indivi–

duo moderno; las cuales situaciones cambiantes acaban por impri–

mir a las fisonomías una expresión que es distinta para el prole–

tario

y

para el rico, para el intelectual y para el inculto, para el

noble

y

para el plebeyo, la deformación de

la

oreja

se imponía

tratándose de las clases aristocráticas de la antigua sociedad pe–

ruana para distinguirse del común de regnícolas.