HISTORIA DE LA CIVILIZACIÓN
PERUANA
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región de puna,
donde "ccunutun",
o sea
donde hiela
J.
y cuando
decimos Ecuador, nos referimos expresamente al alto Ecuador,
con más uno que otro valle de bajada a la costa, y uno que otro
de penetración a la
montaña.
Los habitantes del dicho altiplano ecuatoriano, tan civiliza–
dos cuanto lo permitían las condiciones generales del continente
americano, usaron una indumentaria determinada; fueron enten–
didos agricultores, vivieron agrupados en
aillos,
agrupados a su
l
vez en "marcas", y pagaron tributo a los soberanos del Cuzco,
sobre la pauta de ·una contabilidad estadística de que fué
ábaco
el ramal de cordelillos impropiamente llamado
qquepu,
cuyo ver–
dadero nombre fué
qquitu,
según el Etimologista paceño anónimo,
tantas veces citado en nuestros escritos.
Ei1.
cuanto ·al territorio costeño propiamente dicho, del cual
los andinos no apreciaron más allá de contados productos, como
ser la sal, el guano, los cueros de lobo marino, las conchas de la
mar
(mullus),
etc., él
fut
aban4onado a las razas autóctonas, in–
feriores en calida , no a e as agricultoras, ictiófagas, desnudas
de ropa y de
civilización, ~
menospreciadas de las de tierras aden–
tro, las cuales
lle~
on marcatl.o el· estigma de su, inferior cultura,
en los nombres con que fueron conocidas, a saber:
ccaras, ccarra–
cas,
"pelados" o "desnudos";
ccamanchacos, ccarnachangos
y
chan–
gos
(en el sentido de espantables o repugnantes),
puquinas
·o "co–
lorados" (por las manchas rojizas de cárácter leproso de su epi–
dermis, producidas por su mencionada condición de ictiófagos) .
Colocados, de hecho, en el último ·peldaño de la escala cultural .
de
la~
razas americanas, por lo que hace a su organización, no
cabe hablar de una
nación ccara,
por no merecer un calificativo
semejante el cordón de tribus dispersas y trashumantes, en gue–
rra las más veces con sus vecinos, que hoy se vió en este trecho
de la costa comprendida entre Esmeraldas y el golfo de Gua–
yaquil,
y
mañana en otro, conforme a los percances de la pesca
a que se. dedicaron y de que vivieron.
Ni los
Ccaras
constituyeron en el Ecuador una entidad digna
de la elasificación de raza lo suficientemente compacta y fuerte