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R. CÚNEO - VIDAL
ni,
enviar mensaje;
cachampuni,
traer mensaje;
cacharpayani,
despachar o aviar al mensajero.
Cacha,
de donde procede el peruanismo
cachaco
aplicado al
~Policía,
por la razón de que durante la época colonial se recluta–
ron las :fuerzas de policía, máximamente entre ·1os mandaderos de
la casa de calidad cogidos en la calle pública por las patrullas re–
clutadoras, es el mensajero
d
mandadero vulgar.
Cacha, nombre de índole subalterna, por no decir servil, no
pudo designar a una persona real: a un rey quiteño.
Una serie de conclusl.ones se desprende de lo hasta aquí ex–
presado, y es la siguiente:
El imperio de los incas peruanos se extendió, sin solución de
continuidad, no tan sólo hasta Pasto en Colombia como se cree,
sino hasta Bogotá, nombre equivalente de
Puca-Uta,
casa cólorada,
o fortaleza, Cauca (equivalente de Jauja), Cundinamarca, y Cu–
cuta, nombres, con otros que omitimos mencionar, de innegable
procedencia quechua.
El mismo comprendió el territorio ecuatoriano de nuestros
días, con clasificac.iones territoriales climatéricas iguales a las en
uso en el territor io perua-no
propi~mente
dicho, siendo una de ta–
les la de' Chiri o Shiri aplicada al alto Ecuador o Ec.uador cordi–
llerano.
El Ecuador y Colombia ;incaicos constituyeron el remate seJl–
tentrional de Cunutusuyo o Cuntisuyo de los Incas.
No hubo tal reino de Quito, ni tales reyes quiteños, así fuesen
caras o
shiris,
contemporáneos de los Incas peruanos.
El Cuntisuyo e.cuatoriano, situado en plena región chiri, shi–
ri, o fría, en razón de su elevación sobre el nivel del mar, estuvo
habitado 'por los Huancas, agrupados en aillos y cacicazgos mayo–
res y menores bajo la férula de
willcas,
capitanes de guerra o pro–
cónsules peruanos, de condición orejona cuzqueña.
Los HuanGas
fu~ron
de extracción peruana.
Hablaron la lengua general del imperio, o sea el quechua,
y por sus costumbres, tendencias, y demás condiciones raciales
no Re diferenciaron de las restantes gentes del imperio peruano.