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R. CÚNEO - VIDAL
Realizada la conquista de la provincia de los Charcas, Mayta
· Capac, condujo sus
ej~rcitos
hacia el Sur, algo así como dejándose
llevar por la gradual inclinación del Continente, y siguiendo el
curso de los ríos que bajan a la pampa argentina, conquistó y
co–
lonizó una vasta extensión de tierra (Tucumán, Catamarca, Salta
J
y Santiago del Estero) por la que se iba prácticamente
tucún1nan,
esto es, al final del · Imperio, entendiéndose por el tal :final el so–
brante de aquellas dilatadas llanuras, rumbo al estuario del Pla–
ta y a las orillas del Atlántico.
La denominación Tucumán no designó, por ende, una comar–
ca
específica,
o determinada, sino diferentes comarcas, diferentes
cacicazgos asimilados al habla y a las costumbres del Cuzco, fron–
terizos todos ellos, allende los cuales estuvo el verdadero
túcun,
o
sea el verdadero final del imperio.
. Los quechuas solían aplicar el nombre
toco
a los lugares en
que fenecían un
suyo,
una
marca,
y aún una simple jurisdicción
cacical o aillal.
Toco,
procede de "túcun'', voz del verbo "tucuy'', que expresa
terminar, concluir, enecer,
acabarse,
y tuvo para los que llamare–
mos los
geógrafos
quechuas el valor que para nosotros los nombres
Finisterre
y
Land's end.
En los
tocos
del Loa, y de Tucumán terminaba prácticamente
hacia el Sur
la tierra,
cual los Incas la concibieron, susceptible de
amoldarse a las leyes
y
usanzas cuzqueñas.
Tucumán deriva de
t
1
Úcun,
en la forma que .pasamos a demos-
trar:
túcun,
término o final de un territorio.
Man: hacia.
En resumen
hacia el ténnino, o final del Imperio de los Incas.
El Tucumán incaico, poco compréndido hasta hoy para los
mismos historiógrafos argentinos, comenzó prácticamente al Sur
del río Loa, cuya orilla meridional es asiento en nuestros días de
un rico
cantón salitrero:
el del
Toco,
y
continuó con rumbo a Sud–
oeste, abarcando las provincias argentinas de habla quechua.
El nombre del pueblo principal de la marca incaica del Ijoa:
Ataca1na,
es una simple variante de
JI
attun Tucumán,
o Toco