HISTORIA DE LA CIVILIZACIÓN
PERUANA
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Punca, demolerían la
cancha
de Kalasasaya, quebrarían el arco
monolítico cuyo friso rememoraba las remotas peregrinaciones de
los fundadores del
~tado
megalítico y apode:rándose de las mo–
mias sagradas que transmitieron su nombre a la urbe gloriosa, las
llevarían a sus propias tierras para darles albergue en la penín–
sula predestinada de Copacabana, en señal de que una hegemonía
secular había fenecido, y nacido una nueva.
Desde aquellos remotos días de leyenda, Copacabana ha de–
' bido adquirir el vaho de santidad, la atmósfera de milagro, el mis-·
terioso ambiente que en nuestros días hacen de ella, en cabeza de
su portentosa
Mamita,
una suerte dé Lourdes andino.
. Quedan dichas la cuna
probable,
cabe las orillas del majes–
tuoso Atlántico, de las razas primordiales de América a que se de–
bieron los primeros conatos de civilización que conoció nuestro
continente, las inauditas catástrofes que, en determinado momen–
to de la prehistoria americana, amenazaron de destrucción a aque–
llas sociedades en :formación; la huída de una humanidad acon–
gojada, del llano a tierras altas y de l& manigua amazónica a la
meseta de los Andes, en :forma de ola inmensa cuyos
ani~gos
se
dejaron sentir desde Colombia hasta Tucumán y Chile; la crista–
lización de sus elementos culturales en todo un
rosario
de centros
de que fuera cabeza principal Tiahuanaco; el proceso de la idea
religiosa que de un pueril :fetiquismo evolucionó hacia el" culto
de los Muertos, y sucesivamente, hacia la religión excelsa del Sol,
. por obra, esta última, de los Incas del Cuzco, nietos de Protoco-
11.J.guas.
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