HISTORIA DE LA CIVILIZACIÓN PERUANA
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cuito, de donde pasó, después de fundadas nuevas colonias, a las
islas del lago con su gente, e hizo tal guerra a las gentes de que
me ocupo, que las mató a to.das.
"Ohiriguani,
gobernador de estos pueblos que perteneéen al
Emperador, me contó lo que he escrito."
Gabe decir-agregamos nosotros-. que Chiriguano, o con más
propiedad
Ohirigua'f'ianí
no fué nombre de individuo, sino
de na–
ción,
a que se supone pertenecería el informante de Cieza.
Las informaciones dadas por él son verdaderamente impor-
' tantes, por amoldarse a cuanto venimos enunciando, en el sentido
de que en la comarca ribereña del Titicaca hubo positivamente,
en épocas remotas,
dos
civilizaciones,
dos
hege_monías raciales y
culturales, y desde luego, dos comienzos de conglomeración de
nacionalidades: la de Tiahuanaco, por obra de hombres relativa–
mente blancos y relativamente barbudos, 9riundos de la región
atlántica, a que nosotros damos el nombre de protocollaguas, y
otra del gran Collao (Hattun Colla y Paucar Colla) por obra de
hombres más allegadamente nativos de la región, los cuales, ayu–
dados por elementos
lupacas
o
costeños,
cuyas hordas guiaba un
caudillo apellidado Ccari u
hombre
por excelencia, u hombre muy
valeroso, expedicionaron sobre "riahuanaco, venciéronlo y aniqui–
láronlo 'con cuanto él contuvo, dando lugar con aquella supresión
de una primitiva civilización y de un primer sistema de creel;l–
cias, a un lapso de· obscuridad, causada por la ocultación de un
sol
moral;
hasta el instante en que en la isla de Titicaca se levan–
tó
un nuevo sol: el del sabeísmo peruano.
Garcilaso de la Vega, nacido en el Cuzco de madre indiana,
la
palla
Elisabeth, por cuyas venas corría sangre imperial, como
hermana que fué de Huaina Capac, perfecto quechuista y autor
de los
Comentarios
que ha inmortalizado su nombre, repitiendo
lo escuchado de labios de un
ing.a
hermano de su madre, escribe :
".Así, dicen los indios que después que bajaron las aguas del
diluvio (entendiéndose-observamos nosotros-de un diluvio que
fué una simple reminiscencia de los antiguos
aniegos
de la costa
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