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HISTORIA DE

LA CIVILIZACIÓN

PERUANA

119

La razón de aquella diferencia es simplemente fonética y ac–

cidental.

Hace notar Posnansky que los indios del Collao, sin decir si

del Collao aimaroparlante o del quechuiparlante, pronuncian

Ti–

huarv,aco

y

no

Tiahuanac.o.

Prescindiendo de que los indios, probablemente paceños, de

extracción omasuya, pacaje o uro, .de habla cerradamente aima–

ra no son los más i!1dieados para intervenir en la fonética de un

:

término de

índole quechwa,

creado por los

qqi1,epucamayos

cuz–

queños en su calidad de encargados de vertir a la lengua general ·

del imperio los nombres de pueblos y comarcas conquistadas por

los Incas, siendo ellos de cierta importancia histórica y tradicio–

nal, subsiste el he.cho de que Tihuanaco, como tál

Tihuanaco,

no

es susceptible de interpretación alguna filológica, histórica ni tra–

dicional, mientras lo es Tiahuanaco en su forma sancionada por

ocho siglos consecutivos de vida incaica y colonial.

Lo importante, desenterudiéndonos de diferencias nimias, es

anotar una de las conclusiones del Profesor Posnansky en su me–

ritoria labor de aná-lisis

y

de síntesis, que consideramos concor–

dante con

nuestr~s

propias conclusiones hasta aquí expuestas:

"Es probable-escribe en el cap. V, pág. 49 de su

M.etrópoli

PrehistóricGr--que

precisamente en aquel período geológico, an–

terior a la fundación de Tiahuanaco, tuviesen lugar grandes mo–

vimientos geotectónicos que transformaron de alguna manera el

aspecto físico del continente americano.

"Aquellas transformaciones fueron, posiblemente, la reper–

cusión en el Altiplano de grandes cataclismos y evoluciones geoló–

gicas realizados en otras secciones del Continente;

y

tal vez fue–

ron, además, la causa de la inmigración al Altiplano de muchas

tribus aterrorizadas y fugitivas de los lugares en donde se pro–

dujeron aquellos fenómenos en toda su amplitud y rigor.

"También es probable que en esta corriente inmigratoria

aportasen a la meseta de los Andes los grupos que en épocas an–

teriores dieron un impulso tan notable a la cultura que caracte–

l'iza al segundo período de Tiahuanaco.