-
34 -
por supuesto ant es de Colón, sólo u os pocos
que no eran sufi cientes para tranclfortnar ba–
jo el punto de vista antropológico y tan ra·
dicalmente en grandes
exte n~dones
los p ue–
blos de las Américas. La hipótes is de la ve–
nida por el Behring, es
t an1
bién insostenible,
por lo tant o la procedencia de este e le1nento,
que se ha extendido
y
se extiende ahora por
tnás
de
1409
de latitud geográficos, habrá que
buscarlo en otros orígenes.
Tampof'.o puede conformarse uno con las
ideas emitidas por el Dr. Biedenkapp en su
obra "Der Nordpol als Volk erheitnat ' '
(10)
que inas que sobre factos antropológicos está
basada sobre el folklore de los hindúes en la
Veda y Avesta, y que quiere probar que el
Polo N0rte ha sido el sitio donde se generó l a
humanidad. Aunque es incuestionable qne
en otras épocas geológicas hubo un clima tro·
pjcal en los lugares que ahora se hallau cu–
biertos por mantos glaciales
y
que esto se ha
evidenciado aún más con el encuentro hecho
de grandes yacimientos de carbón por el ma–
lJgrado Sir Ernest Shakleton en su últitno
viaje
1
no creemos de ninguna manera que
fuera aquella región del norte o la del Sur,
_
__...._
{10) También hay otro autor que se ocupa del mismo
asunto.
Es
un libro que edit6 el sabio Hi11dú Bál Gangád–
har Tila.e en Bombay 1903, que se ti t ula: The artic home in
the
Vedas
etc.