Previous Page  14 / 108 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 14 / 108 Next Page
Page Background

,•

• '

-6

..

-

··

con10 las ve1nos_hoy, sólo que

est~

ban usurpa·

das

por los pueblos aborígenes, que

en ép ca

de

la conquista vivían

en

ellas, co1no u su rpa·

ron su antigua t radición, hechos

y

fragrnen·

tos de leyes ,

todo aquello que lo quisieron

hacer

s uyo ante

los

asombrados ojos

de

los

es

pañoles,

a

quienes hicieron

creer

que

tan ta

be ll eza aún se hallaba en acción

y

apli caeión

al arribo de ellos.

Repetirnos,

si

tal hubiera

8ido, no

un

puñado

de nial

ar1nados

españo-·

les~

celosos los

unos contra

los

ot ros,

sin

dis–

ciplina

y

n1oral n1ilitar. hubieran conquista·

do un in1perio

tan extenso

y

tan perfecta111en–

te

organizado

~01110

el

que

las

crónicas

nos

pintan.

Es así

que

si

qu~remos

aproximarnos

en

algo

a

Ja

realidad.

tene1nos

en

prin1era

líu ea

que

can1biar

las cifl'as

cronológicas

de los he–

chos, erección

de

mon u1nentos y organi zación

Pocial perfecta relatada,

y

tras poner a siglos

y

en su

ca~o

hasta

a

nüles

de

años,

el

perío –

do en que

efectiva1nente el Alto

y

Bajo

Perú

tuvieron aquella gran cultura que

conlo

re–

lá1n pagos en núche tenebrosa la vemos tras–

lucir

y

presentilnos

según los

restos de estu–

pendos

monumentos

que aún

palpan1os y el

a1nplio

folklore que nos trasrnitieron, aun

que diastrofiado, los cronistas

y que aún con–

serva

el actual indio,

el que

vi ve, no eorro1n–

pido,

algo

lejos

de

los actuales

centros

y

ciu–

dades

rnestizas.

Repetin1os,

hay

que

consi–

derar

co1no un

Folklore

y

nada

fTláS

que

co1no