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MEDITACION
Sobre el prodigioso medio. con que socorriü Dios aL
santo Bias en aquella astrecbez,
Considérese, que cuando no lo esperaba dtl
mundo en lo oculto
y
desamparado de su habi –
tación, proveyó Dios de socorro al santo Bias;
y
no fué menos admirable el medio de que se
valió su provid_encia para sustentarle, que dis –
poner por ministeri o de las aves con t<1da
J.>llll·
tualidad la comida Esta es la promesa de Oios
por boca de David:
''padecieron necesidad los
poderosos; mas los que siguen al Señor, no se –
rán defraudados de lo necesarin".
Oh
necedad
la de innumerables secuaces del mundo, ponen
toda su confianza el;l Jo caduco de las riquezas
y por mas abastecidos que e té o de
4t
abun ·
dand~.
á un re ves de la fortuna. por justos jui
cios de Dios, no s-e libran de la barr. ere
y
de la
sed. No sea así: sígase al Señor imitando al
santo Blas; y espérese el socorro principalmen –
te de la Providencia divina, que es indefectible.
Ejercicio vocal.
Pen itentfsimo solitario, patrono mío san
Bl~
s,
á
quien socorrió Dios . en aquella aspereza, co–
mo á otro Elías
y
á otro eremita Pablo, hacien–
do que las aves del cielo cuidasen de adminis–
"traros el sustento; yo os suplico me alcancéis
de la divina Magestad, el que abriendo los ojos
á
las verdades del Evangeli0, conozca ser va–
nas las solicitudes que para la manutención de
esta mortal vida se colocan únicamente en la
tierra; que ponga toda mi confianza en
1~
siem-