ESCENA IX
Huc herxji mana mama.yoc,
Ohhaqay p1tCa
tapa1'
a.cm~?
Sttttinta fíinki, su.ttinta :
«
Oamni CWIJ
p~rqacunapi
TtwtMJ pacacqa qa1·api,
Tuctty millppuc sttttintintct.
»
{Llocsin.)
Una huérfana sin tl'ner madre,
Mariposa colorada aquélla '
Dile claro, sí, muy claro:
« Que e halla en e tas parede
Lo que tapa todo nudo,
Lo que trag-a todo claro.
>>
( nlo. )
SALLA
¡
Ay zttmac
;
ay Ima.znmac
1
¿
Pacamnanchush ttyaykitct
Ima pü·qa zapaylcita
?
¡
Oayqa ama·ru
! ¡
Owyqct pmna,
(')
!
¿
Inuthinam, P
ilr.ic1
le",
Oayman qcwnqct
chctywm"ltt~l
•.
i
¿
WWI'ittytachtt maskhacunlci
OllWI~tWipnWI~
cusca waki
P
¡Ay zumac; ay Inmznmac
!
¡, Qué pared a tu cari ta
Onbrirá.teya solita
'f
¡La erpiente 1 ¡El león!
IX
.,a
1
¡, Por ventura. te buscas la muerte
Junto a Ollantay
~
(')
Cayq"
'"'""'" '
C"!l'l"
1"'"'"''
he nquí ltt
orpiento ! he aqu1 el león ! Todo este
discurso de Sallt> uo os siuo tlllt> tri to r ofl exión sobró Gl en tigo que lo cstnbtt prepa.–
•·ado por h> ilirectom d
lns Ahllns n Ymft zumnc por u obstinación en no r •cibirso de
novicio. ·de vh·geu dol sol ; puc · so
huJhtlull
on
u1ut
odn.d en que
yn.
no
e
¡1odht
disimu–
lar su procedencin. de sangre roñl
y
qu
tle todo modos
pt·ocuraban
encubrir ;
et·n,
pues, consiguiente que no queriéndose olla, ocultar bt1¡jo de aquellos ve tido ¡H'ooioso
,
la, ocultn.rau debnjo tlo uua.
p~tred
en Jn, ouov·a
.., como hicieron oon
u m1tdre. El
efior
Pacheco traduce
quel serpent! q1telle
liom~e!
y
cr ee que l:t pnlt>bm !con:>
s
hn de
referir
n.
Y1nn.-zumno, lo oun.l es
101
contrn.sentido de lo que
ttc~tba.
de decir do la. exqui–
sita bellez1L de elln.
y
que ta.nto lamenta <l
vorln, en breve
pultnd:\ en uun. cueva .
o
ha, pnes, de t•eferit·
y
nt
ru.lor de In. serpiente
y
del lo6n, que,
omo
yn.
veremos, s
oncerrnbnn jun tamente con los détenidos,
y
que en
ca.so<l o hacerla oncerrn.r, como lo
hioiel'on oou su madre,
erf~"u
us insoptll'nbles oompni1eros.