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EL AYLLU
Las suposiciones del filólogo alemán están
en oposición con los datos más elementales
de la historia y prehistoria americanas, que
nos enseñan el paso, por el continente de
Colón, de civilizaciones é imperios podero–
sos. La existencia de lenguas irreconciliables
en sus fuentes y en su estructura puede
encuadrarse bien con la teoría poligenista
que, en la pluralidad de ellas, ve la multipli–
cidad de cemtms creadores de idiomas diver–
sos; pe ·o tal cuestión es distinta, y nada
tiene que ver con lenguas hermanas, ó que
puedan, en diversos grados de
parente~co,
referirse á un centro común de procedencia.
En América, las similitudes sociales y filo–
lógicas no tienen otra interpretación. Esta
comunidad no podría negarse desde luego,
entre las civilizaciones aymara y quechua, si
es que aquella no es sino un desdoblamiento
de esta última. Las estrechas relaciones
que