Table of Contents Table of Contents
Previous Page  39 / 292 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 39 / 292 Next Page
Page Background

EL PAIS DE LA SELVA

21

viados por sencillas telas de guanaco ó vicuña, si las

tuviesen,

y

á medio vestir los otros, al aire el pecho duro,

como corteza de árbol añoso. No faltaban quienes traje··

sen adargas, heraldizadas de grotescas figuras épicas ó

personajes mitológicos ; ni quienes, hachas de piedra,

según usanza calchaquí, ó de bronce, - cortadas éstas

Q.e diversa laya: unas con varias puntas, como los

dedos de una mano abierta ; otras de un solo filo como

picas. Piedras, viras , mazas, garrotes, hondas, lives,

tangoles, cuernos, lazos, di scos y bolas, completaban

el arsenal. P ero en arcos

y

lanzas , residía su fuerza

más decisiva : de entre la mar de cabezas humanas

salían los chuzos, las m.oharras agudísimas unidas á

los cabos de vi rtuos a madera que prodigaba el bosque

familiar;

y

rebosantes las aljabas de fle chas , finas

y

voladoras, que enherbo aban físi cos sil ves tres con

zumo venenoso de eléboros indianos .

Tal era el ej ército primitivo, multiforme, pujante,

donde la vieja tierra maternal transfiguraba su genio

para la propia defensa, t rocando en fuerza mortífera

gajos-, fi eras, savias, cueros, piedras, fibras, sones,

vientos.

No se detuvo, sin embargo, ante el avance d0 tan

ruda legión, el indómito grupo de la conquista. Casi

al nlismo tiempo, se avistaron 1os dos beligerantes,

desde opuestos extremos de una misma llanura. Esta,