![Show Menu](styles/mobile-menu.png)
![Page Background](./../common/page-substrates/page0187.jpg)
EL PAIS DE LA SELVA
169
frente sobre cuello ·crinado; -
y era Zupay también.
Otro día le vieron con su rostro de Sátiro y sus pier–
nas de chivo, entre las penumbras del ramaje, tal como
el propio diablo de las leyendas europeas :
Il a la peau d'un rol qui brule,
Le front cornu;
Le nez comme une virgule,
Le pied crochu;
Le fuseau dont filet Hercule ,
Noir et lordu
;
Et pour comble de ridicule,
La queue au cu.
He ahí de
nu1neroso parece
rnpos griegos,
á
la diaria
existencia de es . Grarnp
a .
Sus
dominios se extiendP-n
á
la espesura toda ; y hasta un árbol de la flora local,
señala con nombre inequívoco la presencia del mito.
En la descriptiva no1nenclatura de las plantas silves–
tres, figura la
1nalop' taco,
«
algarroba del diablo ...
»
... Recuerdo de una tarde, que
á
la ribera del Salado,
conversé con un pequeño pastor llamaqo Miguel, lindo
muchacho casi impúber, á quien sus conocimientos
profesionales y su inocente fe, convertían en un perso–
naje de las Églogas. No soplaba la rústica zampoña ni
el caramillo clásico ; mas á la hora del crepúsculo,
cuando apuraba su regreso á las casas, la acústica del
10